Desde que se dio la fusión del ex
CEP Paita con el FONDEPES, empezó la desintegración y decadencia de esta
institución que tanto aportó a la pesca artesanal peruana. Lejos de mejorar su
situación en el tiempo, ha ido empeorando a niveles realmente insostenibles y
censurables. Lo que la información que se viene difundiendo en varios medios
nos muestra, es una absoluta falta de interés y de voluntad por mejorar la
entidad y una intención de destruirla.
Al día de hoy se tiene
conocimiento que la Amauta I, una de las embarcaciones escuelas de la entidad
se encuentra retenida o incautada en el muelle de la empresa Austral,
supuestamente por haber ocasionado daños a dicha empresa a raíz del oleaje anómalo
ocurrido en la zona hace un mes y medio más o menos. El asunto es que ¿cómo es
posible que una empresa privada retenga una embarcación de propiedad del
Estado? ¿Existe orden judicial para el efecto? ¿Qué es lo que ocurrió y quien
realizó la investigación del caso? ¿Conoce el Ministerio de la Producción la
situación que se ha descrito? ¿Qué medidas está tomando para resolver el
problema?
Esto muestra, además, que el
estado de mantenimiento de la flota del CEP Paita es pésimo y es parte causante
de la situación descrita.
El tema es que el presupuesto de
la institución ha sido recortado. Hasta el 2018 tenía seis millones que fue
recortado a cuatro y luego a 2 y medio. Del mismo, uno y medio se va en gasto corriente
quedando casi nada para mantenimiento y reposición de bienes.
Se ha perdido el principio de
autoridad, dirigiéndose todo desde Lima por personas
que carecen de la debida preparación y experiencia, pero además carentes de
mística y de voluntad. La planta de procesamiento y el muelle se encuentran
inoperativos y se evidencia un caos lamentable. Al parecer las embarcaciones tampoco
cuentan con una póliza de seguro, lo que muestra un abandono realmente
censurable por parte de la alta dirección del FONDEPES.
Se dice también que las plazas de
instructores que renunciaron en el tiempo, o cumplieron su tiempo de servicios
no han sido cubiertas, sino ocupadas por la sede principal de Lima y no
precisamente para mantener la planta orgánica de instructores, sino para
designaciones que obedecen a favores políticos.
Llama la atención el silencio del
sindicato del Ex CEP Paita que tradicionalmente fue un defensor de la
institucionalidad del mismo.
Hay responsabilidad en todos los
niveles de la institución. Lo que una vez fue la mejor entidad educativa del
sector fue destruida por una fusión indebida; pero que pudo haber sido mejor
manejada y no llegar a los niveles de abandono en la cual se encuentra ahora.
La comunidad pesquera artesanal,
que tanto le debe al CEP Paita, debe levantar su voz de protesta y exigir una
explicación abierta sobre la situación a las autoridades actuales.
https://www.calameo.com/read/000453377b1600a28c7dd?page=1
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