La gestión pesquera

Se espera que, antes de entrar en propuestas promocionales de la pesquería se realice un estudio que permita determinar cuáles serían las especies objetivo, cuál el volumen de su biomasa, cuáles serían los períodos de vedas reproductivas, cuál sería el efecto ecosistémico de su explotación, para llegar a determinar una tasa anual de captura por especie. De esta información se deriva la capacidad de bodega que debería tener una flota con intención de incursionar en la actividad extractiva, la cuota anual de extracción, las cuotas individuales a asignar y los períodos de pesca. Solo entonces podríamos pretender introducir mayor esfuerzo pesquero sobre el ecosistema marino de Humboldt.

25 de septiembre de 2015

El primer simposio internacional de Pesca para Consumo Humano

El día 24 de septiembre, se llevó a cabo el Primer Simposio Internacional de Pesca para Consumo Humano organizado por el Comité de Pesca y Acuicultura de la Sociedad Nacional de Industrias.

El evento contó con interesantes exposiciones sobre el “desarrollo de la pesca de atún en el Ecuador” por el Sr. Guillermo Morán, presidente de la CIAT; el “desarrollo de la acuicultura en Chile” por el Sr. Luis Pereira Chávez de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Católica del Norte; “la experiencia española y europea en la industria conservera” por el Sr. Juan Manuel Vieites secretario general de ANFACO-CECOPESCA de España; la “importancia de la industria del congelado” por el Sr. Ernesto Godelman, presidente de CEDEPESCA; y una exposición sobre la “importancia del sector de Pesca para Consumo Humano” en el Perú por el Sr.  Alfonso Miranda.

Más allá de la calidad de las exposiciones, de la concurrida asistencia y del interés del tema, la frase acuñada por su Presidente, Alfonso Miranda,  definió el espíritu del evento y  marca la línea de pensamiento de las empresas industriales dedicadas a esta actividad y es la siguiente:

“Perú: un niño desnutrido nadando en un mar de abundante proteína”

La cual expresa la realidad actual en cuanto a seguridad alimentaria, desnutrición y anemia infantil en el país. Ilustra también que la industria pesquera tiene bien claro el tema y que tiene la voluntad de actuar en consecuencia.

La frase se mejora incorporando el término “niño desnutrido y hambriento nadando en un mar de abundante proteína subempleada”.

El gremio define 4 metas para el Bicentenario:
  • ·         Reducir a Cero la desnutrición crónica infantil.
  • ·         Reducir a Cero la anemia infantil.
  • ·         Dar empleo digno y formal a 500 mil personas.
  • ·         Exportar 3,000 millones de dólares en CHD.


Podríamos agregar, para ser consecuentes con los objetivos 1 y 2, priorizar el consumo de anchoveta y pota en el mercado nacional.

Esta posición de la SNI es coincidente con la propuesta de plan de Gobierno que la Revista Pesca presenta en esta edición, y con la cual todos los partidos políticos deberían coincidir e incorporar en sus respectivos programas. Lo que la llevaría a convertirse en una Política de Estado que no podría tener el rechazo ni observación en contra de nadie puesto que nuestros recursos más abundantes como la pota y la anchoveta deben pode resolver los problemas de desnutrición y anemia en primera instancia y luego aportar al resto del mundo.

Este tipo de eventos requieren de continuidad, compromiso e intervención del Estado, porque constituyen un foro en el cual la industria y también la ciudadanía pueden interactuar y debatir temas comunes presentando propuestas y encontrando alternativas y soluciones a la problemática pesquera.
En ausencia de políticas de Estado relativas a la pesca y la alimentación nacional, la voluntad de la industria de CHD por atender esta necesidad necesita la participación ciudadana porque puede crear incidencia política que facilite la toma de decisiones por parte del Estado.

La pesca es parte de la seguridad alimentaria y de la lucha contra la desnutrición y la anemia infantil. Su importancia es tan vital, que los propios presidentes de la República que en lo sucesivo ocupen Palacio de Gobierno debieran liderar personalmente la aplicación de las políticas que favorezcan  el consumo de pota y anchoveta, manteniendo su continuidad.

El tema no es “a comer pescado” alegre e indiscriminadamente porque es irresponsable incentivar el consumo de especies sobre las cuales no hay informe científico que defina cuales son sus límites máximos permisibles de ser extraídos. El tema no es promocionar e incentivar comer más lenguados, cabrillas o congrios. El tema es crear el hábito de consumo de pota y anchoveta (porque son las únicas especies con información apropiada) para que se abran mercados y dar las condiciones normativas para incentivar la extracción y procesamiento de estos recursos para atender el mercado nacional.

En tanto no exista una Política de Estado definida por el Presidente de la República que obligue al  Sector a implementarla teniendo el CHD como prioridad, seguiremos viendo niños desnutridos nadando en un mar de abundancia proteínica.

Los largos años que Alfonso Miranda se desempeñó como Viceministro de Pesquería fueron tiempos en los cuales se trabajó sobre la anchoveta en forma intensa y que no han sido continuados, olvidándose el trabajo sobre la anchoveta y sobre la promoción del consumo de pescado, improvisando nuevos programas inadecuados para la realidad y necesidades del país.


Marcos Kisner Bueno

23 de septiembre de 2015

Los estándares débiles ponen en riesgo la salud de los océanos

“WWF ha pedido que los fabricantes de piensos acuícolas utilicen pescado proveniente de pesquerías extractivas certificadas

Alrededor del 60% de la harina de pescado y del 80% del aceite se emplea para alimentar a peces de cultivo

La organización WWF ha pedido al Consejo de Administración Acuícola (ACS) en una nota hecha pública en su web que exija a los fabricantes de piensos acuícolas que utilicen pescado proveniente de pesquerías extractivas certificadas por el Consejo de Administración Marino (MSC), dada la fiabilidad de sus estándares para la pesca sostenible.

WWF aseguró recientemente que las poblaciones de vertebrados marinos se redujeron en un 49% entre 1970 y 2012, en gran parte como consecuencia de la sobrepesca para el consumo humano y la acuicultura. Y un informe del Banco Mundial, por su parte, estima que una quinta parte del pescado extraído de los océanos se utiliza para producir harina y aceite de pescado, y la mayor parte de estos productos -alrededor del 60% de la harina de pescado y del 80% del aceite- se emplea para alimentar a peces de cultivo.

WWF también aconseja a ASC trabajar con expertos en agricultura y con especialistas que participan en otras mesas redondas sobre materias primas para garantizar el desarrollo de criterios creíbles para la soja, el maíz, el aceite de palma y otros cultivos terrestres utilizados en la alimentación.

La organización destaca que cuando ASC publicó en 2009 las normas para las granjas de salmón, camarón, tilapia, abulón, trucha y panga, estas requerían que todos los ingredientes marinos usados para la alimentación provinieran de pesquerías con certificación MSC dentro de los cinco años de obtenida la certificación. En el borrador de la norma actual, ASC permitiría a las granjas disponer de 10 años para cumplir con este requisito”

Fuente

17 de septiembre de 2015

WWF CRITICA SOBREPESCA LEGAL DE LOS MARES

Se podría decir que hay sobrepesca en el 48% del Atlántico y el 90% del Mediterráneo. La experta en pesca Karoline Schacht aclara cómo debería ser una pesca sostenible.

 Antes se comía pescado los viernes. ¿Qué pescado se podría comer ahora sin tener problemas de conciencia?

El WWF (World Wide Fund) publicó un manual de compra donde se analizan las formas de captura que no perjudican el fondo marino o que producen menos capturas incidentales, especies de peces que no son objeto de captura y se tratan como basura. Por ejemplo, se pescan por error ballenas, tiburones, delfines o tortugas, para arrojarlos después por la borda gravemente heridos.
También solemos controlar las reservas. Si la especie está amenazada, aconsejamos evitar el consumo. Especialmente, de la anguila y el cazón, especies que se venden en el mercado como pescado ahumado. Pero también hay otras especies en peligro como la solla.

 ¿Cómo puede reconocer el consumidor qué pez comer y cuál no?

En Alemania rigen las reglas comunitarias de etiquetado, donde se indica si el animal fue capturado con redes de arraste o palangre. Además, si el producto tiene el sello del MSC (Marine Stewardship Council), se supone que el pescado procede de una explotación sostenible. Es decir, que no está amenazado, que no perjudica el medio ambiente, que las capturas incidentales son mínimas y que hay una gestión transparente. Este sello vale para capturas en el mar pero no para la aquicultura. Para estos, existe el sello ASC y el sello conocido como BIO.

 Según WWF, solo el 12 % del pescado que se consume en Alemania procede de reservas locales o de acuicultura. ¿De dónde procede todo el pescado que viene al mercado alemán y europeo?

La flota alemana de pesca tiene barcos en alta mar y en regiones remotas. En Alemania la distribución de productos del mar es cada vez mayor debido a importaciones de más de 100 países. Casi todos en vías de desarrollo.

 ¿Se cubre la demanda de pescado europea a costa de esos países?

Eso no se puede negar. Los países europeos tratan de llegar a acuerdos bilaterales con los países donde pescan. La base de estos acuerdos es enviar a Europa las cantidades que no necesita la población local, pero para eso se necesitan datos y estadísticas que frecuentemente no existen.
En aguas internacionales, la gestión está en manos de grandes organizaciones regionales. Las naciones que pescan son miembros y llegan a acuerdos. Pero si llega un barco que no es de un país miembro, no se le puede detener ni obligar a cumplir las normas. Para nosotros, es un caso de pesca ilegal.

 ¿Dónde se procesan las capturas?

Los grandes pesqueros modernos son grandes fábricas congeladoras con gran capacidad de almacenamiento. Hay puertos en áfrica occidental que fueron construidos para procesar el pescado y ahora están en desuso porque los pesqueros extranjeros prefieren procesarlo en casa por ser mas barato.

 Se considera que la sobrepesca afecta al 48% del Atlántico y más del 90 % del Mediterráneo. ¿Cómo es la situación en el mar del Norte y el Báltico?


Es muy diferente. Entre las especies más interesantes, por ejemplo el arenque o la solla, la tendencia es positiva. El bacalao es más problemático por su alta cuota de capturas desperdiciadas, es decir, lo que se tira por la borda por no tener licencia o por no alcanzar el tamaño deseado. Como todo pasa en alta mar, para la ciencia y la administración es difícil de controlar. Solo se podría hacer si se permite instalar cámaras a bordo para grabar las capturas y con pruebas aleatorias.

.
 ¿Cómo debería ser una pesca sostenible?

Nos gustaría que se respetasen los recursos. Es decir, no quitarle más al mar que lo que crece, minimizar la captura incidental y mantener estándares de pesca justa también fuera de las aguas de la UE. También nos gustaría que la política tomase en cuenta a la ciencia a la hora de tomar sus decisiones.

Karoline Schacht es bióloga marina y experta en pesca en la organización ecologista WWF.

Fuente

10 de septiembre de 2015

Se acaba el tiempo para salvar a los océanos

“Los océanos rivalizan con la riqueza de los países más ricos del mundo, pero se está permitiendo que se hundan en las profundidades de una economía fallida (Marco Lambertini).

Un estudio de la ONU asegura que los océanos del mundo se encuentran en dificultades.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) lanzó una nueva advertencia ambiental: al mundo se le acaba el tiempo para evitar la degradación paulatina de los océanos y la destrucción generalizada de la vida marina.

En su primera evaluación exhaustiva sobre el estado de los océanos, la ONU afirma que toda demora en la aplicación de soluciones a los problemas que ya han sido identificados como una amenaza que degradará a estas masas de agua provocará, innecesariamente, mayores costos ambientales, sociales y económicos.

La primera Evaluación Mundial de los Océanos se presentará al Grupo de Trabajo Especial de la Asamblea General de la ONU en una sesión que tendrá lugar del martes 8 al viernes 11.

El estudio determinó que no se logrará el uso sostenible de los océanos a menos que la gestión de todos los sectores de las actividades humanas que los afectan sea coherente.

“Los impactos humanos sobre el mar ya no son de menor importancia en relación con la escala global de los océanos. Se necesita un enfoque global y coherente”, recomendó el informe.

Según la ONU, el informe constituye la primera vez en que expertos científicos evalúan los conocimientos actuales sobre los aspectos químicos, biológicos, económicos, físicos y sociales de la cuestión, desde una perspectiva global e integrada.

Con la dirección de los 22 integrantes del llamado Grupo de Expertos, unos 600 científicos de todo el mundo observaron los océanos, su flora y fauna y las formas en que los seres humanos se benefician de ellos, así como los impactos que provocan.

Los expertos examinaron una amplia gama de cuestiones que afectan a los ecosistemas oceánicos y la biodiversidad marina, como el cambio climático, la cobertura de hielo, la frecuencia de las tormentas, la acidificación de las aguas, las actividades realizadas en tierra, las prácticas de pesca no sostenibles, los transportes, las especies invasoras no autóctonas, las industrias de hidrocarburos de alta mar y los desechos marinos.

“Y descubrieron que los océanos del mundo están en muy mal estado”, según la ONU.

John Tanzer, director del Programa Global Marino de la organización ecologista Fondo Mundial para la Naturaleza(WWF), dijo a IPS que el informe de la ONU es “otra prueba importante de que la salud de nuestros océanos y su base económica padecen una amenaza grave, y que tenemos que tomar acción inmediata”.

Tanzer dijo que la aplicación de la Agenda de Desarrollo Posterior a 2015 y la negociación de un nuevo acuerdo climático presentan grandes oportunidades para que los gobiernos, las empresas y las comunidades trabajen juntos en apoyo de los océanos y de la población mundial que depende del mar para su seguridad alimentaria y medios de vida.

Según la ONU, los océanos abarcan más de 70 por ciento de la superficie terrestre. Más de 3.500 millones de personas dependen de ellos para su alimentación, energía e ingresos.

Al proteger los recursos naturales y culturales de los océanos, las zonas marinas protegidas tienen un papel central en el abordaje de algunos de los mayores desafíos de desarrollo de hoy, como la seguridad alimentaria y energética, la pobreza y el cambio climático.

En junio, la Asamblea General aprobó una resolución destinada a la redacción de un tratado internacional jurídicamente vinculante para la conservación de la biodiversidad marina, que rija las zonas de alta mar más allá de las jurisdicciones nacionales.

La resolución fue consecuencia de más de nueve años de negociaciones por un Grupo de Trabajo especial, que se reunió por primera vez en 2006.

Si el tratado se aprueba, será el primero de su tipo en el mundo que incluya medidas de conservación, como las áreas marinas protegidas y las reservas, las evaluaciones de impacto ambiental, el acceso a los recursos genéticos marinos y la distribución de beneficios, la creación de capacidades y la transferencia de tecnología marina.

La Alianza de Alta Mar, integrada por 27 organizaciones no gubernamentales, tuvo un papel importante en el impulso a las negociaciones sobre el tratado propuesto desde 2011.
Mientras tanto, en un estudio publicado en abril, WWF calculó que las riquezas sin explotar de los océanos ascienden a 24 billones de dólares, el tamaño de las principales economías del mundo.

Ese estudio calificó a los océanos como potencias económicas y advirtió que la sobreexplotación, el uso indebido y el cambio climático están socavando rápidamente los recursos de alta mar.

“Los océanos rivalizan con la riqueza de los países más ricos del mundo, pero se está permitiendo que se hundan en las profundidades de una economía fallida”, advirtió Marco Lambertini, director general de WWF Internacional.

“Como accionistas responsables, no podemos esperar con seriedad el seguir extrayendo imprudentemente los valiosos activos del océano sin invertir en su futuro”, exhortó.

Si se compara con las 10 principales economías del mundo, los océanos se ubicarían en séptimo lugar con un valor anual de productos y servicios de 2,5 billones de dólares, según el estudio de WWF”

Thalif Deen
IPS

Editado por Kanya D’Almeida / Traducido por Álvaro Queiruga


Fuente

4 de septiembre de 2015

El Niño y el mar: 10 recomendaciones para cuidar nuestros recursos marinos

Escribe Carmen Heck / Directora de Políticas de Oceana Perú

Somos un país privilegiado por la pesquería más productiva del mundo. La piedra angular de esta riqueza es un pez pequeño y poco carismático, la anchoveta. Este pequeño transforma la altísima productividad primaria de nuestro ecosistema marino en proteínas y aceites que tienen un rol clave en la alimentación humana y en la cadena alimenticia de los cientos de peces de nuestra diversidad marina; por ello es pieza clave de la seguridad alimentaria y el desarrollo gastronómico nacional.

La anchoveta, y con ella nuestra industria pesquera y nuestra gastronomía, se encuentra amenazada por el actual evento El Niño (EN). Aunque en estos momentos aún se discute si la magnitud del evento será fuerte o extraordinaria, en realidad nuestra riqueza pesquera se encuentra ya en situación vulnerable bajo las actuales condiciones oceanográficas.

Hoy se requiere más que nunca tomar medidas precautorias que permitan la rápida recuperación de la anchoveta una vez pasadas las condiciones anómalas actuales, y protejan el hábitat y los stocks de otras especies de las que dependen la pesquería artesanal, nuestra gastronomía y la industria turística (los lobos marinos, pingüinos, ballenas también se alimentan de anchoveta).

En el caso particular de la anchoveta, debido a las altas temperaturas del mar, se sabe que busca refugio en los remanentes de aguas relativamente frías que quedan en zonas de poca profundidad pegadas a la orilla, donde el recurso se encuentra más expuesto y su captura es más fácil. En estas zonas cercanas es donde usualmente se da el desove y por lo tanto se encuentra una alta proporción de juveniles (peces que aún no han llegado a la edad reproductiva).

En este escenario, para asegurar la recuperación rápida del stock después de EN, es necesario mantener una protección estricta de las primeras 5 millas marinas reservadas para la pesca artesanal. 

Sobre todo considerando los graves impactos negativos que causarían las redes de cerco de la flota de mayor escala en el hábitat y stocks de las especies costeras de consumo humano.

Tampoco debemos olvidar que debido a las condiciones de stress por la mayor temperatura del agua y menor alimento disponible, se espera que las anchovetas presenten un menor tamaño y peso, requiriéndose un número mayor de individuos para alcanzar los volúmenes de extracción autorizados en condiciones normales. Por eso la decisión de abrir la segunda temporada de pesca y el cálculo de la cuota global deben supeditarse a criterios estrictos de protección del recurso.

Por otro lado, las altas temperaturas y el aumento de la descarga de los ríos (por las fuertes lluvias) que transportan patógenos, materia orgánica, fertilizantes y eventualmente minerales contaminantes, ocasionan que bajo condiciones de EN los riesgos a la salud vinculados con el consumo de pescados y mariscos sean mayores.

Pero no todo son malas noticias, El Niño también trae la oportunidad de aprovechar una mayor accesibilidad a especies propias de aguas más calientes a la temperatura normal de nuestro mar (concha de abanico, perico, atún, entre otras). Ahora, para muchas de ellas no contamos aún con estudios científicos adecuados que informen las decisiones de manejo, por ello debemos aprovecharlas de manera racional, sin caer en excesos que arriesguen su abastecimiento en el mediano y largo plazo.

Es justamente en tiempos de riesgo como el que enfrentamos este año que debemos ser especialmente precavidos y no relajar las reglas pensando solo en el corto plazo. En ese sentido, tomemos en cuenta estas 10 recomendaciones de manejo:

Para velar por la sostenibilidad de la pesquería de anchoveta:

Posponer la toma de decisiones de manejo hasta contar con los resultados del crucero de evaluación del Instituto del Mar Peruano (Imarpe), los mismos que deberían ser publicados oportunamente para ser discutidos de forma abierta y transparente.

La decisión de abrir la segunda temporada de pesca y el cálculo de la cuota global deben supeditarse al punto de referencia biológico de dejar en el mar un mínimo de 5 millones de toneladas de stock desovante de anchoveta.

El cálculo de la cuota para la segunda temporada de pesca debe considerar un escenario realista de El Niño. De no tenerse certeza de su magnitud, debe aplicarse el principio precautorio.

Aprobar los lineamientos para que la cuota global de pesca de la flota industrial, considere la deducción de los volúmenes que se estima extraerán la flota artesanal y de menor escala, para que la suma de lo extraído por todas las flotas no exceda el límite máximo recomendado por IMARPE.

Mantener y reforzar la protección de la zona de 5 millas marinas reservada para el uso exclusivo de la pesca artesanal, especialmente alrededor de áreas marinas protegidas; sin autorizar regímenes de excepción que permitan el acceso de embarcaciones de mayor escala y/o dedicadas a la extracción para consumo humano indirecto a esta zona.

Reforzar las medidas para el respeto del límite de tolerancia máxima de extracción de juveniles (10% del número de ejemplares extraídos) y el cierre oportuno de las zonas con alta presencia de juveniles.

Reforzar el monitoreo de las capturas y desembarques (volúmenes, condición, composición por tamaño y por especies) de anchoveta y otras especies durante EN para una toma de decisiones adecuada y oportuna. Esta información debe además ser hecha pública de forma oportuna.

Para proteger otras especies:

Mantener y reforzar el cumplimiento de la prohibición de uso de especies diferentes a la anchoveta para la elaboración de harina y aceite de pescado. Asimismo, no incrementar el 5% de tolerancia máxima de pesca incidental en las descargas de anchoveta, para proteger los peces que abastecen nuestras mesas.

Dar las regulaciones y el apoyo técnico necesario para el uso sostenible de las especies sujeto de pesca de oportunidad durante EN, estableciendo para estas: tallas mínimas, zonas de pesca, límites de esfuerzo pesquero, aparejos permitidos, basados en la mejor información disponible.

Reforzar el monitoreo de los estándares sanitarios de los productos hidrobiológicos de consumo humano directo para exportación, y aplicarlos también para la comercialización y consumo local.

Finalmente, dado que El Niño es un evento que se presenta de forma recurrente, para velar por la sostenibilidad de nuestras pesquerías, se necesita que el Ministerio de la Producción inicie un proceso participativo y transparente para la elaboración de protocolos y regulaciones que refuercen la gobernanza del manejo pesquero del país durante estos.

Fuente

1 de septiembre de 2015

MÁS DE UN TERCIO DE LA CAPTURA PARA LA INDUSTRIA REDUCTORA 'TIENE PROBLEMAS SIGNIFICATIVOS'

La Asociación de Pesquerías Sustentables (SFP) ha publicado su resumen anual de sostenibilidad de las pesquerías que abastecen a la industria reductora global.

El informe general abarca 24 de las pesquerías más importantes utilizadas para la producción de harina y aceite de pescado (cuya captura total supera los 9 millones de toneladas), las cuales han sido calificadas de acuerdo con la evaluación de la sostenibilidad presentada en el sitio www.fishsource.com.

Las principales conclusiones del informe sobre los 24 stocks analizados son:

Sólo el 2 % del volumen total de capturas de las pesquerías que abastecen la industria reductora reducción analizadas proviene de stocks en muy buen estado (Categoría A). Esto corresponde a una sola pesquería: la de krill antártico.

En conjunto, la mayoría (62,5 %) del volumen total de las capturas en este análisis proviene de poblaciones que están razonablemente bien gestionadas (o mejor) -es decir, que tienen una puntuación de 6 o más en los cinco criterios de FishSource)-.

Más de un tercio (37,5 %; 3,5 millones de toneladas) de la captura total para fines de reducción proviene de 12 pesquerías mal administradas (Categoría C).

Sólo el 12 % de la captura proviene de poblaciones que puntúan 6 o más en todos los criterios, y con una puntuación para la biomasa de 8 o más, lo que implica que la biomasa es igual o superior a los niveles objetivo (categoría B1). Este nivel de rendimiento está en línea con los requerimientos actuales del Aquaculture Stewardship Council para las pesquerías que proporcionan harina y aceite de pescado para piensos a granjas certificadas.

De las 24 pesquerías analizadas, cuatro han mejorado desde 2014 y seis bajaron su nivel.

Cinco de las pesquerías de reducción evaluadas en el informe han puesto en marcha proyectos de mejora.

El 90 % de la captura suministrada por las pesquerías de reducción proviene de pesquerías que han obtenido la certificación RS de IFFO (Abastecimiento Responsable de la Organización Internacional de Harina y Aceite de Pescado) o del MSC.

La proporción de las capturas de las pesquerías asociadas al programa del MSC está aumentando. 

Ahora, el 13,7 % de la captura total proviene de pesquerías que participan en el programa MSC (es decir, que ya están certificadas o que están siendo evaluadas), mientras que esta cifra fue de sólo el 3 % en 2014.

 Con la excepción de las pesquerías certificadas por el MSC o que están en el proceso de evaluación completa, ninguna de las pesquerías evaluadas ​​en este informe considera los efectos ambientales más amplios al elaborar regímenes de gestión.

 La falta de datos de pesca a disposición del público ha sido un gran problema para la SFP al analizar las pesquerías de reducción. SFP ha identificado cinco "aspectos fundamentales" que deben hacerse públicos para permitir una evaluación precisa de una pesquería, pero sólo 9 de las 24 pesquerías estudiadas por el informe tienen todos ellos. Cuatro pesquerías no tienen ninguno en absoluto.

En referencia a los resultados del informe, Blake Lee-Harwood, director de estrategia de SFP, señaló: "Este informe confirma que la mayoría de estas pesquerías de reducción están relativamente bien gestionadas, pero hay poco lugar para la complacencia. Más de un tercio de la captura usada para harina y aceite de pescado tiene problemas importantes, y esta cifra apenas ha cambiado en los últimos años. También hay poco reconocimiento de los elementos de los ecosistemas en la gestión, y muchos problemas significativos con la transparencia de los datos de pesca".

"La industria de la harina y el aceite de pescado sigue siendo esencialmente una industria responsable, que trabaja duro para gestionar los stocks de manera efectiva, pero tenemos que ver un esfuerzo concertado para elevar el nivel y aumentar el rendimiento. Es muy alentador que haya por lo menos cinco proyectos de mejora de las pesca entre las pesquerías estudiadas, y que el número de pesquerías asociadas al programa del MSC este aumentando de manera notable", concluyó el director.

editorial@fis.com

Fuente

El reporte puede bajarse en el siguiente link:
http://cmsdevelopment.sustainablefish.org.s3.amazonaws.com/2014/06/24/Small_Pelagics_Sector_Report_2014_-_FINAL-1ef7b045.pdf