La gestión pesquera

Se espera que, antes de entrar en propuestas promocionales de la pesquería se realice un estudio que permita determinar cuáles serían las especies objetivo, cuál el volumen de su biomasa, cuáles serían los períodos de vedas reproductivas, cuál sería el efecto ecosistémico de su explotación, para llegar a determinar una tasa anual de captura por especie. De esta información se deriva la capacidad de bodega que debería tener una flota con intención de incursionar en la actividad extractiva, la cuota anual de extracción, las cuotas individuales a asignar y los períodos de pesca. Solo entonces podríamos pretender introducir mayor esfuerzo pesquero sobre el ecosistema marino de Humboldt.

25 de marzo de 2016

Elecciones Perú 2016: editorial Revista Pesca

En estas elecciones presidenciales tenemos que elegir bien, como lo hacemos cuando contratamos a un empleado en nuestra casa. Con la misma pulcritud y esmero con los cuales evaluamos a nuestros empleados, debemos evaluar a los políticos que pretenden convertirse en nuestros empleados. Porque somos los dueños de casa y este mes de abril nos toca contratar nuevo mayordomo y nuevos sirvientes para que se encarguen de la administración y asuntos domésticos de la casa (país). De eso se trata cuando elegimos a un Presidente y congresistas. Las  elecciones no son sino un gran concurso público para el empleo de Presidente de la República y congresistas. Tenemos que escoger al mejor candidato y al mejor equipo para el empleo.

No tenemos que magnificarlos como si fueran mejores que nosotros, porque no son los mejores de entre todos los ciudadanos. Solo son los que han mostrado interés en el empleo, aunque  las verdaderas razones que los motivan sean desconocidas realmente. No teniendo otras opciones, tratemos de contratar al mejor.
Debemos desmitificar la investidura presidencial, la congresal y la ministerial. Porque puede ocurrir que ellos no lo entiendan así y en vez de asumir que son nuestros empleados, pretendan convertirse en nuestros amos para disponer a capricho de nuestros recursos naturales, entre otras cosas. Por eso, la inmunidad de la que gozan es indebida y debería serles retirada.

Antes de marcar un símbolo preguntémonos ¿a quién quieren servir esos candidatos? ¿a nosotros, a ellos mismos, o a alguien más?

La principal cualidad que debe evaluarse es la sincera y real vocación de servicio al país y a los demás. Más allá de las promesas en las que nadie cree, lo determinante debe ser la confianza que inspire el candidato, tanto por su trayectoria personal, integridad, honestidad, capacidad y liderazgo, así como por sus convicciones en la necesidad de efectuar cambios y la suficiente voluntad política para imponer con firmeza un nuevo modelo de gestión en la pesquería y en el país.

También es importante evaluar al equipo de personas que lo acompañarán durante su administración. No solo sus cualidades morales y personales, sino investigando a quién sirven realmente, si a los intereses del país o a algún poder económico. No se puede olvidar que la política y la administración pública son constantemente infiltradas por quienes se dedican a defender intereses de parte, por encima de los intereses nacionales, unas veces abierta y descaradamente y otras veces detrás de las sombras, manipulando y colocando o sacando funcionarios según sus conveniencias.

Esta campaña electoral ha dejado la evidencia de una insana ambición por el poder,  sustentada con una pobre calidad de propuestas, pero que finalmente fueron y son irrelevantes, porque no hay norma que obligue a cumplirlas. Nos están ofreciendo un producto sin garantía, convirtiendo lo que debería ser una competencia de ideas y propuestas, en una guerra que solo ha servido para mostrar lo peor de los políticos, con honrosas excepciones.  Un plan de gobierno debe ser la fórmula para gobernar en base a una doctrina, a una filosofía y por eso no se improvisa unos meses antes. Siempre está vigente se actualiza permanentemente. Lo que hemos visto es improvisación sin base doctrinaria, omisiones serias en cuanto a la pesca, por ejemplo y en algunos casos vagas promesas que respondieron a la coyuntura de dónde y frente a qué público está el candidato.

La democracia no consiste solamente en votar en la elección. La democracia necesita de ciudadanos activos, que no aceptemos resignadamente esperar 5 años más, si es que no quedamos satisfechos, o si las autoridades elegidas incumplen sus promesas de campaña. Tenemos que actuar en forma permanente y constante, para crear incidencias políticas a través de los mecanismos que fuesen adecuados, a fin de proteger los intereses de las mayorías, que somos quienes formamos la Nación y pagamos los sueldos de nuestros gobernantes, legisladores y administradores.

Marcos Kisner Bueno


En esta edición presentamos una nota sobre los derechos de las poblaciones originarias para entender por qué  un nuevo gobierno, a través de políticas más inclusivas, tiene el deber de considerar la alimentación nacional como tema de agenda, en el cual las poblaciones vulnerables necesitan atención prioritaria. Debemos entender que no es posible avanzar en la construcción de la República y la explotación de sus recursos naturales, sin saber de dónde venimos, ni por qué hemos llegado al modelo extractivista y de gobierno que tenemos.


 Los invito cordialmente a leer la edición de la Revista Pesca correspondiente a ABRIL 2016 y a compartirla dentro de sus círculos y redes sociales.

5 de marzo de 2016

La pesca en el Perú desde el enfoque de los ingresos fiscales

Tratándose de recursos naturales como los pesqueros, es complicado encontrar el debido equilibrio entre los intereses económicos de los industriales, las necesidades de empleo de la población que depende de este sector y los intereses del país. La búsqueda de rentabilidad y empleo inmediatos sin atender a las razones de la sostenibilidad a largo plazo para beneficio de las futuras generaciones es un tema de difícil manejo,  convirtiéndose una situación científica en una situación política. Lo que está ocurriendo es que se prioriza la segunda por los componentes socio económicos que implica, como el crecimiento del PBI.

Hasta ahora, pareciera que el futuro de la pesca en el Perú será decidido en los próximos años por la presión política y la necesidad económica, no por la conveniencia científica ni la necesidad alimentaria de la población nacional.

La ciudadanía, con su indiferencia y desinterés por los temas del mar y de la pesca, se convierte en cómplice silenciosa del agotamiento de los recursos pesqueros, de la contaminación que la industria genera y de una inequitativa participación en la renta que generan sus recursos pesqueros.

Un nuevo enfoque debe contemplar una participación del Estado en la renta pesquera más justa, en la medida que representa a los ciudadanos propietarios del recurso natural.

Los desembarques provenientes de la pesca artesanal no están obligados al pago de derechos de pesca. Casi la totalidad de desembarques para CHD provienen de la pesca artesanal. Si además el vendedor del producto pesquero es informal, o sea que no paga renta ni IGV (porque la venta de pescado fresco está exonerada), estamos ante una situación discriminatoria e injusta. 

La pesca industrial paga derechos de pesca diferenciados por especie y muy bajos, dentro del ordenamiento legal vigente. Que sea legal, no significa necesariamente que sea lo debido.

Cuando se ve, desde esta perspectiva y bajo un enfoque de renta y del ciudadano, que todos los desembarques para consumo humano directo, o sea casi 13 millones de toneladas en los últimos 12 años, no han pagado derechos de pesca porque la norma así lo permite, surge  la necesidad de replantear el enfoque de la pesca desde una perspectiva ciudadana no pesquera. Porque el recurso natural no es propiedad de los pesqueros, sino de todos los peruanos.

El hecho es que un grupo de ciudadanos extrae nuestros peces del mar a precio muy barato y otro grupo lo hace gratis.

Existiendo un alto grado de probabilidad de que algunos recursos se reduzcan a límites que impidan su extracción en el futuro, debido a que se prioriza el componente político antes que el científico, la situación de la pesca en el Perú es difícil y requiere de una atención que hasta el momento los candidatos presidenciales no le están otorgando.

El estatus actual excluye a la mayor parte de ciudadanos del país del beneficio de la pesca, porque tampoco disponemos de pescado abundante y barato para nuestra alimentación. Temas que siguen fuera de la agenda.

El sector pesquero es complicado y requiere de atención y dedicación exclusiva por parte de funcionarios con conocimiento del sector.

Más allá de los temas de coyuntura, de la confrontación y de la demagogia, lo que existen son múltiples temas y detalles que deben ser atendidos con mayor dedicación y eficiencia, como los descritos en esta nota.

Los invito a leer el artículo “INGRESOS DEL ESTADO PERUANO PROVENIENTES DE LA ACTVIDAD PESQUERA” en la edición de Marzo de la Revista Pesca