La gestión pesquera

Se espera que, antes de entrar en propuestas promocionales de la pesquería se realice un estudio que permita determinar cuáles serían las especies objetivo, cuál el volumen de su biomasa, cuáles serían los períodos de vedas reproductivas, cuál sería el efecto ecosistémico de su explotación, para llegar a determinar una tasa anual de captura por especie. De esta información se deriva la capacidad de bodega que debería tener una flota con intención de incursionar en la actividad extractiva, la cuota anual de extracción, las cuotas individuales a asignar y los períodos de pesca. Solo entonces podríamos pretender introducir mayor esfuerzo pesquero sobre el ecosistema marino de Humboldt.

28 de marzo de 2007

OBJETIVOS QUE DEBIERAN SER PRIORITARIOS PARA LA ADMINISTRACION PESQUERA

OBJETIVOS QUE DEBIERAN SER PRIORITARIOS PARA LA ADMINISTRACION PESQUERA


1) Reducción del esfuerzo pesquero sobre la anchoveta mediante el establecimiento de una cuota anual RECOMENDADA por Imarpe con arreglo a un informe científico sincerado, para garantizar la renovación de las poblaciones y la sostenibilidad del ecosistema.

2) Reenfoque de los reglamentos de ordenamiento pesquero hacia una estructura de ordenamiento basada en el ecosistema, e incorporando el concepto de subsistema ecológico por variedad de especies interdependientes.

3) Perfeccionamiento del sistema legal que permita sanciones drásticas a los infractores de la ley que se dedican a la pesca ilegal.

4) Desarrollo de un plan contra la pesca ilegal y una estrategia para controlar la pesca de embarcaciones sin licencia.

5) Tipificar y penalizar el delito ecológico, de tal forma que las infracciones sean delitos penalmente sancionables. La multa por si sola no es disuasiva. Activar una Superintendencia de vigilancia y control de la pesca, con autonomía técnica y administrativa.

6) Planeamiento a largo plazo para conservar las poblaciones de peces y proteger el medio ambiente, ya que con la toma de medidas a corto plazo lo único que se consigue es posponer la adopción de las decisiones inevitables, permitiendo así que continúen la sobrepesca y la degradación del entorno marino.

5) Limpieza de las bahías contaminadas y establecimiento de controles más estrictos sobre las normas de control de la contaminación, estableciéndose sanciones drásticas a los infractores.

6) Mejoramiento de la infraestructura de desembarque de la pesca artesanal.

7) Capacitación a la pesca artesanal para mejoras en su infraestructura y capacidad de comercialización directa.

8) Redefinir el criterio de pescador artesanal.

9) Estímulos a los proyectos de extracción de anchoveta, jurel, caballa, pota y atún destinados al consumo humano directo, orientados a la alimentación popular para reducir los índices de desnutrición; de generación de valor agregado; de mejoramiento de las condiciones sanitarias de manipulación del pescado; y de migración a embarcaciones multipropósito.

10) Simplificación y modernización de la legislación laboral para el sector, tanto en la fase de extracción como de procesamiento.

11) Aplicación estricta de las disposiciones contenidas en el Marpol sobre normas para evitar la contaminación, las cuales requieren de la existencia de plantas en tierra que recepcionen y traten los residuos oleosos y basuras provenientes de las embarcaciones.

12) Desarrollar y promover la idea de una pesquería sostenible mediante la aplicación de planes de gestión a largo plazo para las poblaciones de peces, basados en información científica sólida, lo que pondría fin al problema político y social sobre la pesca, sustituyéndolo por objetivos de capturas fijados dentro de limites biológicos y un esfuerzo pesquero adaptado a estos objetivos. Imarpe deberá elaborar un cálculo de capturas en relación con el volumen máximo de peces que pueden pescarse para garantizar que una cantidad determinada de peces adultos suficientemente por encima de los límites mínimos biológicos aceptables permanece en la población de que se trate.

13) Controlar y promover el uso de artes de pesca más selectivos. Controlar que se usen las redes ya reglamentadas.

14) Reestructuración de las bases de datos de pesquería, ordenándolas bajo control de un solo organismo con obligatoriedad de su oportuna publicación en un portal de Internet, y que sea de fácil acceso a su información.

15) Promover la eficiencia del sector que asegure utilidades razonables que generen impuesto a la renta implementando un sistema de auditorías.

16) Replantear la tasa y metodología de aplicación de los derechos de pesca, así como el empleo de los recursos recaudados por ese concepto, los cuales debieran invertirse íntegramente en el mismo sector, sin ser atomizados vía canon pesquero.

17) Analizar las implicaciones y consecuencias del calentamiento global y el cambio climático, determinando las posibles consecuencias sobre las poblaciones de peces y las zonas costeras. Presentar conclusiones y recomendaciones para el diseño de un plan estratégico que permita enfrentar esta contingencia climática en las mejores condiciones posibles.

18) Incorporación de los pescadores artesanales a los sistemas de previsión y seguridad social.

19) Reglamentación de la ley 27979 que establece régimen laboral para los obreros del sector consumo humano directo.

20) Hacer cumplir las disposiciones legales vigentes que conducen a detener la construcción de embarcaciones destinadas a capturas de recursos plenamente explotados, sobreexplotados o en proceso de recuperación.

21) Aprobar los LMPs y exigir el cumplimento de los PAMAs, aplicando drásticas sanciones a su infracción.

22) Implementar las recomendaciones presentadas en la Evaluación Ambiental del Sector Pesquero en el Perú y avaladas por el Banco Mundial.

23) Diseñar una política de Estado que enfrente a las flotas extranjeras que pescan recursos altamente migratorios fuera de las 200 millas, reviviendo el Acuerdo de Galápagos o adhiriéndose a los esfuerzo que hace Chile con el mismo fin

22 de marzo de 2007

Estadistica pesquera tradicional




La necesidad de una politica de estado en el sector pesca

LA NECESIDAD DE UNA POLITICA DE ESTADO EN EL SECTOR PESCA


La actividad pesquera viene siendo manejada en una forma muy poco eficiente y no sostenible, originando al Estado grandes pérdidas de renta y costos sociales y ambientales muy altos, ya ha afectado la composición y estructura ecosistémica, ha reducido la productividad del sistema, afecta la salud de las poblaciones costeras y mantiene a la mayoría de participantes del sector en niveles de pobreza. En general, los grandes beneficios económicos del sector pesquero alcanzan a una fracción mínima del empresariado pesquero y genera rentas mínimas al Estado que no permiten el financiamiento adecuado de programas sociales o la investigación y programas de monitoreo, control y supervisión necesarios para el manejo sostenible de los recursos. No genera beneficios para la gran mayoría de la población ni provee alimentación a los sectores de menores recursos, especialmente los alejados de la costa.


El cuadro que se aprecia en el blog anterior expresa matematicamente la contribucion del sector pesquero tradicional al Estado peruano, lo que confirma lo anteriormente expuesto.

Para colocar la actividad pesquera en un contexto de desarrollo sostenible, la política debe afrontar específicamente las relaciones recíprocas entre el presente y el futuro en lo que respecta al agotamiento de las poblaciones ícticas, así como a los efectos perjudiciales de la actividad pesquera en los asentamientos costeros y el vertido de residuos sobre ecosistemas marinos más amplios.

Para realizar una gestión política de ordenamiento pesquero se necesita conocer, tener cierta especialización y cierto orden en los procedimientos. Pero solo ello no basta. Es necesario contar con capacidad de comunicación, habilidad de trabajo en equipo, herramientas como la negociación y el manejo de conflictos, interpretación de comportamientos sociales y capacidad de análisis y síntesis de problemas y soluciones.

Igualmente, integridad moral, principios y ética compatibles con la protección y desarrollo de los recursos pesqueros.

En el sector es probable que se presente más de un uso del mismo espacio, por lo que más de un ministerio o sector interviene en él, de manera desarticulada unos con otros, e inclusive entre instituciones del mismo sector.

Si bien los ministerios son los responsables en el rol del Estado para promover el desarrollo en su ámbito, no son los únicos. La forma de gestión fragmentada y sectorializada tiene como expresiones concretas una alta desestructuración entre las instancias estatales que realizan tareas similares, propiciar la duplicidad de esfuerzos, componer bases de datos no compatibles, velar por los intereses institucionales específicos antes que los del conjunto del territorio, reducir la capacidad de prevenir conflictos, mantener un escaso conocimiento del valor de los daños y perjuicios, sub valorar la participación ciudadana, haciéndola más vulnerable a los grupos de presión, entre otras.

La definición de una política de Estado para el desarrollo de la pesquería en el corto mediano y largo plazo requiere de una base legal sólida cuidadosamente diseñada con participación de todos los sectores del Estado y de todos los agentes de la pesquería.

Una política pesquera debe ser parte de una estrategia general de desarrollo sostenible.

Una política exitosa debe basarse en un proceso de planificación completo e integrado, para armonizar los valores culturales, económicos, ambientales y para equilibrar la protección ambiental y el desarrollo económico. Sin un proceso integrado de planificación, ni de participación ciudadana, tiende a ser incompleta, desintegrada y sectorial.

PARA DELINEAR UNA POLÍTICA DE ESTADO SE DEBE ASUMIR QUE:

1. La reestructuración de Imarpe es fundamental porque es el organismo que debe decir CUANTO, DONDE Y COMO se debe pescar. Su responsabilidad es el control del equilibrio ecosistémico
El Ministerio administra el manejo ecosistémico. Su función es administrar las cuotas máximas de captura establecidas por un ente científico profesional y moralmente solvente.

2. Debe existir un organismo científico especializado en temas de acuicultura marítima y continental que establezca los criterios científicos para que la autoridad de Pesquería igualmente administre esa actividad. O quizá dotar al mismo Imarpe de los medios para asumir esta responsabilidad.

3. Existe una crisis en el ecosistema pesquero peruano. La opinión pública debe ser informada de esta situación para entender que no es posible pescar más de lo que el ecosistema permite. Por ello es vital la opinión seria, científica y solvente del Imarpe. La opinión pública debe respaldar las medidas de ordenamiento que deben tomarse en beneficio de la sostenibilidad de la pesquería y de las grandes mayorías nacionales.

4. En función de esta situación de crisis tiene que entenderse que todas las medidas de reordenamiento necesarias no admiten componentes políticos sino estrictamente técnicos, lo cual requiere de una campaña de información a la opinión pública.

5. El modelo actual cuenta con muchas herramientas. Sin embargo, hay que mejorarlas y ponerlas en manos de personas solventes moral y técnicamente. Hoy no funcionan eficientemente.

6. Las dos grandes áreas son la extracción y la acuicultura. Ordenada científicamente en forma ecosistémica la extracción, el procesamiento se ajusta solo. Definida científicamente la acuicultura, el Ministerio será tan solo un promotor y administrador de la actividad.

7. La reducción de la tasa anual de captura de anchoveta, reduce automáticamente todos los problemas, mejora la eficiencia, debe mejorar las utilidades y por consiguiente mejorar la recaudación por renta. Al mismo tiempo impondrá la orientación a las capturas de jurel caballa y anchoveta para el CHD en forma natural. Reducida la cuota, las fuerzas del mercado se encargarán de ajustar la actividad. Los costos del ajuste deberán ser asumidos por los propios operadores que incursionaron en la actividad hasta el extremo de la sobrecapitalización, bajo su propio riesgo. El Estado no tendría porque asumir el pasivo de la ineficiencia del sector.


10 de marzo de 2007

No hay nada nuevo debajo del sol

No hay nada nuevo debajo del sol. Ni siquiera en la pesqueria. El articulo que transcribo sobre la necesidad de gestionar la pesca, que describe la situacion europea, no es muy diferente que la situacion peruana.El tema de fondo es, mas alla de los aspectos tecnicos que pueden ser muy similares, una cuestion de decision y voluntad politica.


El accionar debidamente para garantizar una reforma estructural del sector pesquero, requiere del diseño de una política de largo plazo, que implica necesariamente hablar de planeamiento estratégico. Pero ello va mas alla del discurso, de la demagogia, y de la buena voluntad. Mientras no haya decision para ejecutar acciones derivadas de un planeamiento seguiremos escuchando noticias buenas y malas aleatoriamente.


El planeamiento tiene que ser ecosistemico ante todo, y alejado de consideraciones de orden comercial y de favoritismo derivadas de los lobbies pesqueros.


El pais aun esta lejos de llegar a soluciones que garanticen el futuro de la pesqueria para las generaciones venideras.


Marcos Kisner

http://ec.europa.eu/comm/fisheries/doc_et_publ/factsheets/facts/es/pcp1.htm


¿Por qué hay que gestionar la pesca?

Patrimonio común

Las poblaciones de peces se desplazan libremente siguiendo el impulso de sus instintos naturales en los espacios abiertos constituidos por los océanos. Los Gobiernos acordaron que las zonas económicas exclusivas se debían ampliar a 200 millas marinas medidas a partir de sus costas. Este acuerdo permitió la explotación de recursos naturales tales como el petróleo y el gas en los yacimientos encontrados. No obstante, dada la naturaleza de los recursos pesqueros, la gestión de los caladeros siempre ha sido una cuestión mucho más difícil de resolver.

Los peces constituyen un recurso natural, biológico, móvil y renovable. Su reproducción no requiere la intervención humana ni implica ningún coste. Sin embargo, su inconveniente reside en el hecho de que las poblaciones se desplazan sin control y, en algunos casos, emigran a grandes distancias. Por otra parte, no es posible apoderarse de un pez si no se ha capturado previamente y, de la misma forma, cada pez capturado deja de estar disponible para el resto de los pescadores, con lo que cada pescador se ve afectado por la actividad de los demás.

Esta dependencia y vulnerabilidad respecto de las actividades de los demás es inevitable. Las poblaciones de peces siguen considerándose un recurso común, que forma parte de un patrimonio común que debe gestionarse colectivamente.Para garantizar una pesca compatible con el medio ambiente hay que tener en cuenta no sólo las cantidades de peces capturados, sino también sus especies y tamaños y, por supuesto, las técnicas de captura utilizadas y las zonas en las que se ejerce la pesca.

Por consiguiente, si queremos trasmitir esta herencia a las generaciones futuras hay que concebir las políticas de forma que regulen el volumen de pesca y los tipos de técnicas y artes de pesca utilizados para la captura de los peces.
El esfuerzo pesquero se define como la capacidad, en toneladas y en potencia de motor, multiplicada por la actividad expresada en días pasados en el mar. Si bien el control del esfuerzo pesquero puede parecer una solución lógica, en la práctica es de difícil aplicación.

La abundancia de las poblaciones varía de año en año en función de factores que aún no se conocen suficientemente. La construcción de nuevos buques con el despliegue tecnológico en el ámbito de la electrónica o de los artes de pesca requiere una considerable inversión de capital. No obstante, una vez construido, un buque puede permanecer activo durante décadas y los inversores desean pescar para reembolsar los créditos contraídos. Al mismo tiempo, la flota debe modernizarse continuamente si se desea que sea competitiva y que se mejoren las condiciones de seguridad e higiene.

Por otra parte, el sector pesquero necesita instalaciones portuarias para los desembarques y el mantenimiento de los buques, lonjas de pescado, instalaciones de descarga y tratamiento de pescado que pueden estar sujetas a condiciones de higiene aún más estrictas. El sector de la captura no puede sobrevivir sin inversiones en estos otros sectores. De la misma forma, cualquier disminución de los desembarques tiene una repercusión directa en los otros sectores de la industria.Todos estos factores explican por qué la reducción del esfuerzo pesquero no puede llevarse a cabo de la noche a la mañana.

La pesca está sujeta, en primer lugar, a la disponibilidad de los recursos. Sin embargo, la existencia de demasiados buques pesqueros acarrea la sobreexplotación y la disminución de las poblaciones. La adaptación de la flota pesquera comunitaria a un tamaño adecuado ha sido y continúa siendo un objetivo fundamental de la política pesquera común.

Las primeras medidas comunitarias relativas a la pesca, de principios de los años setenta, se referían a una organización común del mercado y a la aplicación de una política estructural que contribuyera a la creación de las estructuras apropiadas para la industria pesquera de la Comunidad. Si bien la modernización de todos los aspectos del sector sigue siendo un objetivo importante, la política estructural incluye en la actualidad un objetivo suplementario en relación con las flotas pesqueras. Se ha producido una evolución que va desde el apoyo al desarrollo de la flota hasta la financiación de su reducción. Los progresos en este ámbito se comprueban mediante los programas de orientación plurianuales, que han establecido las condiciones para el desarrollo de la flota desde 1983.

La modernización de las flotas es necesaria para aumentar la seguridad, mejorar las condiciones de higiene a bordo de los buques pesqueros, adaptar los buques a los nuevos caladeros y facilitar la adopción de métodos de pesca selectivos.Importancia de la política estructural en estos sectores
Independientemente de que procedan de las capturas en el mar o de la acuicultura, el pescado y el marisco tienen que ser manipulados, preparados y transformados para su comercialización. La transformación incluye operaciones tan diversas como la congelación, el despiece, el fileteado, el salado, el secado, el ahumado, el cocinado o el enlatado.

Comercialización
La comercialización del pescado requiere unas estructuras especiales, entre las que se cuentan las lonjas, los almacenes frigoríficos y los mercados al por mayor. La Comunidad ha contribuido a financiar el desarrollo de esas estructuras, especialmente para impulsar el grado de cumplimiento de las normas de higiene. Asimismo, se han concedido ayudas para la adquisición de equipos de recogida y transmisión de datos electrónicamente.

Instalaciones portuarias
Las instalaciones portuarias tienen que reformarse con objeto de que las operaciones de desembarque, manipulación y comercialización del pescado se efectúen en las mejores condiciones posibles. Además, los buques precisan una gama de servicios cada vez mayor en los puertos. Para hacer frente a estas necesidades, se requiere un importante volumen de inversiones.

Promoción
La Comunidad ha participado en actividades de promoción con objeto de estimular el consumo de pescados y mariscos que no están sobreexplotados o que el público no conoce bien. Se han emprendido campañas para exponer los beneficios que puede aportar la introducción del pescado en la dieta de países donde este producto no es popular. Desde 1988 hay disponible una ayuda comunitaria para este fin. Además, puede recibirse asistencia tanto para la organización como para la participación en ferias y exhibiciones comerciales, en programas de certificación de la calidad y en estudios de mercado.

Medidas de la industria
De igual forma, pueden concederse ayudas para las medidas que emprendan las organizaciones de pescadores con objeto de promover la calidad de los productos pesqueros o de mejorar la gestión de las cuotas

Repercusiones medioambientales

Pesca
La pesca tiene repercusiones medioambientales inmediatas en las poblaciones comerciales de peces, crustáceos y moluscos capturadas, pero los artes de pesca afectan también a aves, mamíferos marinos, reptiles (tortugas) y organismos que viven en el fondo del mar. Por este motivo, la Comunidad promociona el uso de artes de pesca selectivos, con el fin de proteger a los alevines y a otros animales marinos.

Las medidas que inciden en la abundancia de las poblaciones de peces no sólo repercuten en las especies que se pescan sino también en sus depredadores (los peces que se alimentan de ellas), en las especies que compiten con ellas y en sus presas (las poblaciones de las que las especies que se pescan extraen su alimento).

Estos cambios pueden influir a su vez en la reproducción de las aves y de los mamíferos marinos si el alimento de que disponen sufre una reducción demasiado drástica. Además, el hecho de aumentar la cantidad de alimento disponible para las aves que acompañan a los buques pesqueros puede contribuir a que se incremente el índice de reproducción de dichas aves.

Algunos hábitats son vulnerables a los artes de pesca. Así, por ejemplo, la destrucción de las plantas y animales que viven en el fondo del mar y que constituyen un medio favorable para el desarrollo de numerosos organismos podría tener efectos graves en tales organismos.

Acuicultura

La acuicultura entraña riesgos para el medio ambiente: sus vertidos pueden producir contaminación y los peces de piscifactoría enfermos pueden transmitir enfermedades a los peces silvestres. Al mismo tiempo, la acuicultura sólo puede desarrollarse en un entorno sano; las innovaciones tecnológicas están permitiendo grandes mejoras en este sentido.Integrar consideraciones medioambientales en las decisiones políticas

En 1997, se reunieron en Bergen (Noruega) los Ministros de todos los Estados del Mar del Norte y representantes de la Comunidad para debatir sobre la integración de la pesca y de los problemas medioambientales. En esa reunión, se acordó aplicar al entorno marino un "enfoque de ecosistema" basado en:
* la determinación de los procesos internos y de las influencias exteriores que son fundamentales para que se mantengan la estructura característica, el funcionamiento, la productividad y la diversidad biológica de los ecosistemas; * la necesidad de tener en cuenta la interacción entre las cadenas alimentarias; * la protección del entorno químico, físico y biológico necesario para la buena salud de los ecosistemas.

Este enfoque incorpora el principio de precaución, según el cual deben fomentarse las medidas destinadas a prevenir o corregir las repercusiones de la actividad humana en el medio ambiente aun cuando no existan pruebas científicas de tales repercusiones o dichas pruebas sean incompletas. Ello significa que no se pueden rechazar esas medidas sólo porque quienes las tomen no hayan proporcionado todas las pruebas necesarias.

El papel de la investigación

El primer paso será profundizar nuestro conocimiento de los ecosistemas marinos en su conjunto. Aunque durante años se han recopilado datos sobre las pesquerías comerciales, casi no se dispone de información estadística sobre las especies no comerciales debido al coste y a la complejidad de las operaciones necesarias.

Los datos científicos sobre la situación de los hábitats y sobre los efectos de la pesca en los demás organismos vivos son desiguales, ya que sólo se cuenta con datos recabados para investigaciones científicas concretas.

No obstante, a raíz del compromiso de varios Estados y organizaciones internacionales, entre las cuales se encuentra la Comunidad, de incorporar una dimensión medioambiental a sus políticas respectivas, se están potenciando la investigación y la recopilación de datos.

La investigación desempeñará un papel fundamental en este sector. Numerosos estudios que están llevándose a cabo actualmente en el marco del programa FAIR de la UE, que, entre otras cosas, financia estudios sobre la pesca, la acuicultura y el desarrollo rural, contribuirán a mejorar nuestro conocimiento de los ecosistemas.

La Comisión estima que, a largo plazo, el hecho de incluir consideraciones medioambientales en la política pesquera no sólo será beneficioso para el medio ambiente sino también para el propio sector, dado que los recursos necesitan ecosistemas marinos sanos para prosperar. Las políticas de la UE que tienen por objeto el uso de medidas selectivas de pesca y la reducción del esfuerzo pesquero contribuyen a la mejora de estos ecosistemas.

Pesca responsable

La pesca responsable es un objetivo que nos atañe a todos. Las medidas de conservación de la política pesquera común han sido aprobadas para todos los sectores de actividad de la industria pesquera y es primordial que todos las observen. También los consumidores pueden contribuir a lograr una pesca responsable asegurándose, por ejemplo, de que el pescado que compran cumple las tallas mínimas autorizadas. Pero ¿cómo pueden estar seguros de que el producto que compran no proviene de pescado capturado infringiendo las reglas por las que se rige la pesca de la especie en cuestión? ¿Qué posibilidades hay de crear un sistema que permita a los consumidores elegir entre los productos procedentes de fuentes que practican una pesca sostenible y los demás?

Por el momento, se están elaborando sistemas de certificación para otorgar una identificación específica o una etiqueta al pescado capturado mediante técnicas que no dañen el medio ambiente o producido según métodos acuícolas responsables. Pero es forzoso reconocer que este no es un proceso fácil.

Así, por ejemplo, ¿cómo se define qué es un método de pesca que no daña el medio ambiente?, ¿quién supervisa la actuación del organismo encargado de expedir la etiqueta?, ¿qué permite considerar que una fuente dada de productos de la pesca es sostenible? Si el sistema no funciona de manera justa y no hay un control adecuado del mismo, podría suceder que se penalizara a agentes económicos honestos y que se premiara a los deshonestos. Además, la información suministrada a los consumidores podría malinterpretarse.

Protección de los consumidores
La Comunidad ha establecido normas comunes de salud y protección de los consumidores con respecto a los productos de la pesca. Dentro de la Unión, la responsabilidad de que los transformadores y comerciantes observen estas normas recae en los Estados miembros.

Garantizar la observancia de tales normas en el caso de los productos de la pesca importados es más difícil. La tecnología moderna permite comercializar en la Unión pescado fresco o congelado de diversos continentes.
Aunque la Comunidad está comprometida en el desarrollo del comercio internacional, debe asegurarse de que los productos importados no presenten riesgos para la salud. En estos últimos años, la Comunidad ha asumido la responsabilidad de comprobar que las normas de sanidad y seguridad que se aplican en la Unión también son aplicadas por sus socios comerciales.
En la práctica, esto significa que los inspectores de la Comisión verifican los sistemas de control vigentes en los terceros países para garantizar la inocuidad de los alimentos. Si el sistema de control sanitario y de inspecciones de un país exportador dado se considera adecuado, los productos de la pesca de ese país puede exportarse libremente a la Comunidad, con la salvedad de las inspecciones ocasionales realizadas en la frontera comunitaria por las autoridades competentes de los Estados miembros. Adaptarse a las normas sanitarias y de seguridad de la Comunidad supone un reto importante para muchos países y, por eso, la Comunidad les ofrece asistencia técnica para ayudarles a adecuarse a ellas.