La gestión pesquera
Se espera que, antes de entrar en propuestas promocionales de la pesquería se realice un estudio que permita determinar cuáles serían las especies objetivo, cuál el volumen de su biomasa, cuáles serían los períodos de vedas reproductivas, cuál sería el efecto ecosistémico de su explotación, para llegar a determinar una tasa anual de captura por especie. De esta información se deriva la capacidad de bodega que debería tener una flota con intención de incursionar en la actividad extractiva, la cuota anual de extracción, las cuotas individuales a asignar y los períodos de pesca. Solo entonces podríamos pretender introducir mayor esfuerzo pesquero sobre el ecosistema marino de Humboldt.
4 de septiembre de 2015
El Niño y el mar: 10 recomendaciones para cuidar nuestros recursos marinos
Escribe Carmen Heck / Directora de Políticas de Oceana Perú
Somos un país privilegiado por la pesquería más productiva
del mundo. La piedra angular de esta riqueza es un pez pequeño y poco
carismático, la anchoveta. Este pequeño transforma la altísima productividad
primaria de nuestro ecosistema marino en proteínas y aceites que tienen un rol
clave en la alimentación humana y en la cadena alimenticia de los cientos de
peces de nuestra diversidad marina; por ello es pieza clave de la seguridad
alimentaria y el desarrollo gastronómico nacional.
La anchoveta, y con ella nuestra industria pesquera y
nuestra gastronomía, se encuentra amenazada por el actual evento El Niño (EN).
Aunque en estos momentos aún se discute si la magnitud del evento será fuerte o
extraordinaria, en realidad nuestra riqueza pesquera se encuentra ya en
situación vulnerable bajo las actuales condiciones oceanográficas.
Hoy se requiere más que nunca tomar medidas precautorias que
permitan la rápida recuperación de la anchoveta una vez pasadas las condiciones
anómalas actuales, y protejan el hábitat y los stocks de otras especies de las
que dependen la pesquería artesanal, nuestra gastronomía y la industria
turística (los lobos marinos, pingüinos, ballenas también se alimentan de
anchoveta).
En el caso particular de la anchoveta, debido a las altas
temperaturas del mar, se sabe que busca refugio en los remanentes de aguas
relativamente frías que quedan en zonas de poca profundidad pegadas a la orilla,
donde el recurso se encuentra más expuesto y su captura es más fácil. En estas
zonas cercanas es donde usualmente se da el desove y por lo tanto se encuentra
una alta proporción de juveniles (peces que aún no han llegado a la edad
reproductiva).
En este escenario, para asegurar la recuperación rápida del
stock después de EN, es necesario mantener una protección estricta de las
primeras 5 millas marinas reservadas para la pesca artesanal.
Sobre todo
considerando los graves impactos negativos que causarían las redes de cerco de
la flota de mayor escala en el hábitat y stocks de las especies costeras de
consumo humano.
Tampoco debemos olvidar que debido a las condiciones de
stress por la mayor temperatura del agua y menor alimento disponible, se espera
que las anchovetas presenten un menor tamaño y peso, requiriéndose un número
mayor de individuos para alcanzar los volúmenes de extracción autorizados en
condiciones normales. Por eso la decisión de abrir la segunda temporada de
pesca y el cálculo de la cuota global deben supeditarse a criterios estrictos
de protección del recurso.
Por otro lado, las altas temperaturas y el aumento de la
descarga de los ríos (por las fuertes lluvias) que transportan patógenos,
materia orgánica, fertilizantes y eventualmente minerales contaminantes,
ocasionan que bajo condiciones de EN los riesgos a la salud vinculados con el
consumo de pescados y mariscos sean mayores.
Pero no todo son malas noticias, El Niño también trae la
oportunidad de aprovechar una mayor accesibilidad a especies propias de aguas
más calientes a la temperatura normal de nuestro mar (concha de abanico,
perico, atún, entre otras). Ahora, para muchas de ellas no contamos aún con
estudios científicos adecuados que informen las decisiones de manejo, por ello
debemos aprovecharlas de manera racional, sin caer en excesos que arriesguen su
abastecimiento en el mediano y largo plazo.
Es justamente en tiempos de riesgo como el que enfrentamos
este año que debemos ser especialmente precavidos y no relajar las reglas
pensando solo en el corto plazo. En ese sentido, tomemos en cuenta estas 10
recomendaciones de manejo:
Para velar por la sostenibilidad de la pesquería de
anchoveta:
Posponer la toma de decisiones de manejo hasta contar con
los resultados del crucero de evaluación del Instituto del Mar Peruano
(Imarpe), los mismos que deberían ser publicados oportunamente para ser
discutidos de forma abierta y transparente.
La decisión de abrir la segunda temporada de pesca y el
cálculo de la cuota global deben supeditarse al punto de referencia biológico
de dejar en el mar un mínimo de 5 millones de toneladas de stock desovante de
anchoveta.
El cálculo de la cuota para la segunda temporada de pesca
debe considerar un escenario realista de El Niño. De no tenerse certeza de su
magnitud, debe aplicarse el principio precautorio.
Aprobar los lineamientos para que la cuota global de pesca
de la flota industrial, considere la deducción de los volúmenes que se estima
extraerán la flota artesanal y de menor escala, para que la suma de lo extraído
por todas las flotas no exceda el límite máximo recomendado por IMARPE.
Mantener y reforzar la protección de la zona de 5 millas
marinas reservada para el uso exclusivo de la pesca artesanal, especialmente
alrededor de áreas marinas protegidas; sin autorizar regímenes de excepción que
permitan el acceso de embarcaciones de mayor escala y/o dedicadas a la extracción
para consumo humano indirecto a esta zona.
Reforzar las medidas para el respeto del límite de
tolerancia máxima de extracción de juveniles (10% del número de ejemplares
extraídos) y el cierre oportuno de las zonas con alta presencia de juveniles.
Reforzar el monitoreo de las capturas y desembarques
(volúmenes, condición, composición por tamaño y por especies) de anchoveta y
otras especies durante EN para una toma de decisiones adecuada y oportuna. Esta
información debe además ser hecha pública de forma oportuna.
Para proteger otras especies:
Mantener y reforzar el cumplimiento de la prohibición de uso
de especies diferentes a la anchoveta para la elaboración de harina y aceite de
pescado. Asimismo, no incrementar el 5% de tolerancia máxima de pesca incidental
en las descargas de anchoveta, para proteger los peces que abastecen nuestras
mesas.
Dar las regulaciones y el apoyo técnico necesario para el
uso sostenible de las especies sujeto de pesca de oportunidad durante EN,
estableciendo para estas: tallas mínimas, zonas de pesca, límites de esfuerzo
pesquero, aparejos permitidos, basados en la mejor información disponible.
Reforzar el monitoreo de los estándares sanitarios de los
productos hidrobiológicos de consumo humano directo para exportación, y aplicarlos
también para la comercialización y consumo local.
Finalmente, dado que El Niño es un evento que se presenta de
forma recurrente, para velar por la sostenibilidad de nuestras pesquerías, se
necesita que el Ministerio de la Producción inicie un proceso participativo y
transparente para la elaboración de protocolos y regulaciones que refuercen la
gobernanza del manejo pesquero del país durante estos.
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