La gestión pesquera
Se espera que, antes de entrar en propuestas promocionales de la pesquería se realice un estudio que permita determinar cuáles serían las especies objetivo, cuál el volumen de su biomasa, cuáles serían los períodos de vedas reproductivas, cuál sería el efecto ecosistémico de su explotación, para llegar a determinar una tasa anual de captura por especie. De esta información se deriva la capacidad de bodega que debería tener una flota con intención de incursionar en la actividad extractiva, la cuota anual de extracción, las cuotas individuales a asignar y los períodos de pesca. Solo entonces podríamos pretender introducir mayor esfuerzo pesquero sobre el ecosistema marino de Humboldt.
25 de septiembre de 2010
Datos imprecisos no contribuyen a tomar buenas decisiones
La administración y regulación de las pesquerías (con excepción de la anchoveta) se ha venido haciendo en base a hipótesis que ameritan ser confirmadas:
1. Cuantos son los administrados.
2. Cuantos recursos pesqueros existen.
Dos puntos elementales para poder ejercer una administración adecuada.
La información estadística del número de pescadores artesanales embarcados y no embarcados y del número de embarcaciones artesanales existentes (incluída la pesca continental) no solamente es imprecisa, sino que está desactualizada. La única información oficial a la fecha proviene de la II ENEPA realizada por el Imarpe en 2005. Y fue solo una encuesta. No fue un censo preciso y completo. ¿Cómo se puede administrar, regular y normar la actividad artesanal sin saber cuál es el tamaño de los administrados y su capacidad de realizar esfuerzo pesquero?
Los recursos pesqueros que la actividad artesanal extrae carecen de información técnica adecuada y no tienen límites de extracción.
Sin conocer el tamaño de las biomasas de cada recurso, lo que permitiría asignar límites máximos de extracción por período, y sin saber si el esfuerzo pesquero que puede aplicarse sobre ese recurso es adecuado, suficiente o excesivo, lo que ha venido haciéndose en el campo de la actividad artesanal es improvisado. Es preciso conocer cuánto existe, determinar cuánto se puede pescar y de allí determinar cuántos pescadores puede haber sin poner el riesgo no solo la sustentabilidad de los recursos, sino la estabilidad económica de los propios pescadores. Si hay demasiados pescadores para pocos recursos, ninguno podrá obtener ganancias adecuadas. El punto es que estas son cifras sobre las cuales no sabemos nada con la precisión necesaria.
Por eso es que se usan frases como el fomento o impulso a la actividad artesanal, orientando esa expresión a ser entendida como que se necesita más pescadores artesanales. Afirmar eso sería poco serio.
Para regular y mejorar la administración de la pesca artesanal y fomentar su tecnificación y capacitación, primero debe conocerse con precisión la situación real. El incremento del consumo de pescado se deriva de una administración seria, realista y responsable de los recursos pesqueros y de los agentes del sector.
El censo puede hacerse si diseña la meta presupuestal adecuada, que no sería significativa ni alarmaría al MEF; pero investigación no es posible sin recursos económicos adecuados, los que nos devuelve a un circulo vicioso en el cual la producción de datos científicos está atada a una situación presupuestal insuficiente.
La falta de información y conocimiento es evidente incluso en los medios de comunicación. Cuando se trata del sector Producción y de entrevistas a funcionarios del mismo, la mayor parte de preguntas e inquietudes se refieren a Industria y Pymes. Casi nada sobre pesca, lo que podría indicar que el medio carece de conocimiento o información adecuadas para generar preguntas o polémicas. De esta forma el sector pesquero siempre pasa desapercibido.
Los Desembarcaderos Pesqueros artesanales necesitan mejorarse, adecuarse a la norma sanitaria y modernizarse. Lo que no se ha hecho es valorizar el conjunto. Todos los DPAs, excepto los ya mejorados necesitan inversión. El primer paso lógico es tener la información adecuada, es decir el costo de inversión por cada uno de ellos. Si no se conoce esa información es poco serio decir que se va a conseguir financiamiento o se va a presupuestar en los próximos 5 o 10 años. Una cifra total precisa permite conseguir la fuente de financiamiento, bien sea de Recursos Ordinarios, Recursos Directamente Recaudados, donaciones o cooperación.
Todos los desembarcaderos podrían ser mejorados en uno o dos años trabajando simultáneamente en cada uno de ellos. Para eso primero debe determinarse el monto de la inversión total, de lo contrario no es posible siquiera ubicar la fuente de financiamiento. No es aceptable presumir que el trabajo se haría en plazos largos. Siendo el tema de fondo el origen de fondos, primero debería saberse de qué cifra se habla. Se consigue financiamiento y se diseña un mecanismo de trabajo ágil y eficiente que garantice su conclusión en plazos razonables.
LA MECANICA PRESUPUESTAL
Los pliegos presentan sus presupuestos en Junio de cada año a fin de que en el segundo semestre el Congreso finalmente apruebe el Presupuesto General de la República. Eso significa que el nuevo gobierno asumirá funciones con un presupuesto ya formulado y en vías de aprobación para el 2012. Lo que significa que recién para el 2013 podría contar con un presupuesto íntegramente formulado por su propia gestión.
Dadas las urgencias de la pesquería, los partidos en contienda electoral deberían tener estructurados planes de gobierno para el sector que puedan ser puestos en marcha apenas asuma el gobierno el ganador. Dado que la transferencia realmente empieza cuando se conocen los resultados en abril, el 28 de Julio podría haberse estructurado un presupuesto para el 2012, relativamente coordinado y consensuado. Pero la verdad es que recién el 2013, a mitad de gobierno existiría un presupuesto propio.
En la suposición de que exista voluntad y decisión políticas para diseñar y ejecutar una política pesquera, esta debería estar lista en tiempos adecuados para que indiquen las metas presupuestales a alcanzar.
En un escenario ideal, con espíritu de país, las fuerzas políticas en competencia hoy, podrían en consenso, elaborar una política pesquera. Esto facilitaría implementarla, gane quien gane.
El asunto es que la pesquería requiere atención especial por cuanto el cambio climático está impactando con rapidez. Si no se empieza a tomar medidas pronto, podría ser demasiado tarde.
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