La gestión pesquera

Se espera que, antes de entrar en propuestas promocionales de la pesquería se realice un estudio que permita determinar cuáles serían las especies objetivo, cuál el volumen de su biomasa, cuáles serían los períodos de vedas reproductivas, cuál sería el efecto ecosistémico de su explotación, para llegar a determinar una tasa anual de captura por especie. De esta información se deriva la capacidad de bodega que debería tener una flota con intención de incursionar en la actividad extractiva, la cuota anual de extracción, las cuotas individuales a asignar y los períodos de pesca. Solo entonces podríamos pretender introducir mayor esfuerzo pesquero sobre el ecosistema marino de Humboldt.

28 de enero de 2009

MAR DE FONDO

MAR DE FONDO


El recurso pesquero no aumenta en función de la demanda.

La pesquería en el Perú operó por años bajo el régimen de acceso libre, es decir, el que quería pescar lo hacía donde y cuando mejor convenía a sus intereses. En algún momento se prohibió la práctica pesquera de gran escala en una franja marina costera de 5 millas con la creencia que esta medida sería suficiente para preservar los recursos.
Posteriormente se introdujeron nuevos mecanismos de regulación en salvaguarda de las especies obligando a poseer permisos de pesca para realizar faenas pesqueras y así limitar el crecimiento de la flota.

Los pescadores artesanales y los pescadores industriales están compitiendo, por capturar el recurso a través del uso de mayor tecnología, rapidez y posible conocimiento del mar y de sus peces. En una competencia, donde todos los pescadores entran a pescar libremente, los más perjudicados serían los actuales pescadores, tanto artesanales como industriales porque cada vez tendrían menos recursos para extraer y menos días de pesca.

Por tanto, la pesca no puede ser de libre acceso. Para evitarlo es necesario establecer cuotas anuales y cuotas individuales, así como el pago de derechos de pesca según el tipo de embarcación que posea el pescador, la capacidad de pesca del mismo y la especie a pescar.

Asignar cuotas individuales de pesca deviene en una necesidad a fin de que el sector se regule por sí mismo permitiendo salir a pescar a las embarcaciones más eficientes.

Un primer esfuerzo en dirección a limitar más el esfuerzo extractivo lo constituye el régimen de cuotas establecido para la merluza y para la anchoveta en el Perú y que sustituye al mecanismo de acceso libre a dichos recursos. Esta modalidad de regulación debería hacerse extensiva gradualmente al resto de las especies. Tarea nada fácil pero necesaria que requiere además fomentar en la comunidad una actitud respetuosa y responsable frente a los recursos.

La asignación de cuotas individuales, pero que sean transferibles, es la mejor opción de manejo porque para muchos armadores no será rentable operar sus embarcaciones en una operación de pesca que puede resultar muy costosa. Por tanto es lógico que prefieran vender o transferir su cuota a aquellos armadores que por la naturaleza de sus embarcaciones y/o experiencia de sus patrones puedan asumir el riesgo de una faena de pesca en mejores condiciones.

Una novedosa forma de democratizar el acceso a los principales recursos y generar simultáneamente fondos, especialmente para la investigación, es que del total de las cuotas anuales a repartir, el Estado se reserve el 10% de la misma, la cual sería subastada al mejor precio. A esta subasta podría acceder cualquier armador o persona con cuota o sin ella, lo que le daría un libre acceso limitado y generaría un fondo proveniente del mismo sector, no del Estado, que puede asignarse a actividades de investigación más profunda.

NUEVOS CONCEPTOS

En los últimos 30 años el escenario pesquero ha cambiado radicalmente. Los indicadores lo evidencian:
- Menores volúmenes y menores tallas en las capturas,
- Los pescadores costeros se han convertido en pescadores de altura.
- Los botes y aparejos artesanales tradicionales se han reconvertido y mecanizado
- La capacidad de bodega y el esfuerzo pesquero se multiplica
- El número de partícipes aumenta.- Las temporadas de pesca exitosa de acortan
- Persiste la ilusión del pescador de tomar riqueza del mar y aumenta su frustración.

Debe entenderse que la pesca industrial y la pesca artesanal son actividades humanas que provocan mortalidad y por tanto afectan la estructura poblacional de los recursos hidrobiológicos. La tendencia de la población costera por apostar por la extracción debe ser revertida. La percepción es errada y debido a desinformación.

La pesca está sujeta a la disponibilidad de los recursos. La existencia de demasiadas embarcaciones pesqueras acarrea la sobreexplotación y la disminución de las poblaciones. La reducción de la flota debe ser un objetivo fundamental de la política pesquera.

Cada pez capturado deja de estar disponible para los demás pescadores. Cada pescador se ve afectado por la actividad de los demás pescadores, artesanales o industriales. Por tanto, a mayor cantidad de pescadores, menos capturas para cada uno, sobre todo en un escenario de pesquerías plenamente explotadas. Por tanto, la pesquería no debe admitir más participantes.
Las poblaciones de peces no se reproducen con la celeridad y en los volúmenes necesarios para permitir que intervengan nuevos pescadores, sean artesanales o industriales. La dependencia y vulnerabilidad de los pescadores respecto de las actividades de los demás pescadores actuales es inevitable. Con mayor razón si entran nuevos.

Incorporar más flota no mejora el número de jornales puesto que estos están en relación directa a la cantidad de recurso que se extrae.
Es el recurso el que define la cantidad de trabajadores y no estos últimos.

Lo prudente sería evaluar la magnitud de las biomasas explotables y valorizarlas, deducir el costo de extracción y conocer la renta neta a que pueden aspirar los que pretenden emprender la aventura de pescar. De este análisis resultará una primera información útil que les permita evaluar si salir a pescar es negocio o si ya dejó de serlo hace mucho tiempo debido a que los recursos pesqueros van disminuyendo en la medida que el esfuerzo pesquero se va incrementando.

Debe incorporarse la definición de pesca artesanal como la que se encuentra orientada a múltiples especies y utilizando una amplia gama de artes y técnicas de pesca relativamente sencillas, utilizando embarcaciones o sin ellas. Por el contrario, aquellas personas que pescan con asistencia mecánica deberán denominárseles pescadores industriales y estarán sujetos a regulación respecto a las cantidades máximas que están facultados a extraer

Las especies se desarrollan y subsisten en sus respectivos subsistemas, regulados en equilibrio en virtud de la relación presa-predador. Se comen entre ellos pero el tamaño de las biomasas predadoras guarda relación con las biomasas presa. La mortalidad por pesca sobre un solo recurso, en cambio, desequilibra el subsistema, por lo cual se considera necesaria una extracción diversificada y regulada.

El manejo ecosistémico comprende también la prevención de la contaminación.

Tradicionalmente se ha regulado la pesquería evaluando las especies en forma individual con observancia de los períodos de desove y la edad o talla de la especie objetivo. El manejo ecosistémico implica necesariamente la observancia del impacto que tiene la pesca objetivo sobre las especies dependientes de ella.

Es conveniente innovar elaborando un modelo de gestión pesquera que: (1) valore comercialmente las biomasas de los diversos recursos pesqueros disponibles y recuperables, (2) que valore individualmente el impacto socioeconómico de su recuperación y explotación sustentable y (3) que establezca criterios de prioridad y preferencia de cara a las externalidades negativas que pudieran sobrevenir de la explotación de cada uno de ellos.

Los medios del Estado deben orientarse a la educación, a la capacitación y al asesoramiento previo antes de brindar apoyo financiero a la población pesquera. No debe estimularse la formación de más tripulantes ni más pescadores, ni más embarcaciones, sino perfeccionar a los actuales, convertirlos en añadidores de valor agregado, llevarlos a la creación de cadenas productivas, hacerlos microempresarios que construyan una cadena que lleve sus productos por todos los rincones del país.

La flota tiene la necesidad y la obligación de aumentar la seguridad, mejorar las condiciones de higiene a bordo de las embarcaciones y facilitar la adopción de métodos de pesca selectivos.

Independientemente de que procedan de las capturas en el mar o de la acuicultura, el pescado y el marisco tienen que ser manipulados, preparados y transformados para su comercialización. La transformación incluye operaciones tan diversas como la congelación, el fileteado, el salado, el secado, el ahumado, o el enlatado.

La comercialización del pescado requiere unas estructuras especiales, entre las que se cuentan los desembarcaderos, los almacenes frigoríficos, los mercados al por mayor y los puntos de venta minorista.

La política pesquera debe orientar actividades de promoción con objeto de estimular el consumo de pescados y mariscos que no están sobreexplotados o que el público no conoce bien. Se han emprendido campañas para exponer los beneficios que puede aportar la introducción del pescado. El Estado a través de varios programas está actuando sobre la demanda, en especial de anchoveta y creando mercados internos.

Falta articular debidamente las acciones para crear una oferta de pescado sostenida que permita la creación de microempresas comercializadoras a todo lo largo del país.


Pescar no debiera ser un derecho sino debe ser considerado un privilegio. El privilegio será de unos pocos que se obliguen a sacar la cantidad justa que garantice la sostenibilidad de las especies al menor costo en beneficio de la alimentación humana.

2 comentarios:

J. C. dijo...

Buenas, mi nombre es Jonathan Cárcamo quisiera felicitarlo y agradecerle por este blog que cuenta con información muy importante para el trabajo que vengo realizando. Estoy haciendo una investigación sobre las condiciones de seguridad y salud al interior de embarcaciones pesqueras, y quisiera saber si cuenta con algunas estadísticas o datos sobre los accidentes que ocurren, o las enfermedades dolencias que generalmente sufren los trabjadores. Espero podamos compartir información, mi correo es jonathan.carcamo@hotmail.com

Anónimo dijo...

Me parece interesante los estudios relacionados con la sostenibilidad de los recursos pesqueros; sin embargo es de tomar en cuenta que cuando un estado como el nuestro carece de todo codigo de etica, moral y transparencia, resalta corrupción, haciendose imposible cumplir con las recomendaciones que formula los organismos internacionales (FAO). la aplicacion de cuota o otro mecanismo para el ordenamiento pesquero no es tan dificil implementar, el problema es que nadie cumple estas politicas, por que el estado es el primer prevadicador del derecho constitucional, de manera que ahi esta la ley de pesca, que fue violentada en todos sus extremos por los mismos agentes empresariales del sector, que ahora se le premia con una nueva conseción (D.L 1084), si haberse efectuado una auditoria integral para ver la magnitud de la probelmatica, resolviendo esta situación dentro de una politica de estado en materia de ordenamiento pesquero.