La gestión pesquera
Se espera que, antes de entrar en propuestas promocionales de la pesquería se realice un estudio que permita determinar cuáles serían las especies objetivo, cuál el volumen de su biomasa, cuáles serían los períodos de vedas reproductivas, cuál sería el efecto ecosistémico de su explotación, para llegar a determinar una tasa anual de captura por especie. De esta información se deriva la capacidad de bodega que debería tener una flota con intención de incursionar en la actividad extractiva, la cuota anual de extracción, las cuotas individuales a asignar y los períodos de pesca. Solo entonces podríamos pretender introducir mayor esfuerzo pesquero sobre el ecosistema marino de Humboldt.
19 de enero de 2014
El Comercio de la información
POR:
CÉSAR CÓRDOVA PONCE
Como
quisieran tener los pescadores un medio como “El Comercio”, para poder defender
sus derechos laborales, pisoteados por los mismos que ahora lo tienen a su
disposición y denuncian abusos del actual gobierno contra sus inversiones y gritan
a los cuatro vientos su “legítimo” derecho a depredar la anchoveta como lo
hicieron antes con la sardina, hasta hacerla desaparecer totalmente. Conchudez
mayúscula que se quiere extender a los medios que el grupo “El Comercio” ha logrado
concentrar en su poder y que llega al 80%.
Igual
como pasa con el diario decano, para estos medios no existirán playas
contaminadas, ni el enorme pasivo ambiental que ha dejado y sigue dejando esta
actividad que enriquece a unos pocos necios que creen que con su enorme poder
económico han comprado el mar y el silencio de 30 millones de peruanos. Tampoco
notarán que hay pescadores a quienes los oligarcas de la pesca siguen
explotando y no se les respeta su participación de pesca que firmaron en un
acuerdo de partes, en presencia de la Iglesia y del Estado. Menos aún podrán
escandalizarse con cifras reales que demuestran que al final de cuentas y de
manera increíble, el Estado termina por subsidiar su actividad que le depara
millonarios ingresos.
A través
del 80% de medios que ahora maneja, este grupo seguirá defendiendo los intereses de la Sociedad Nacional de
Pesquería (SNP) y queriendo meter en la cabeza de cada peruano que este
gobierno es “un rebelde sin causa”, abusivo e incapaz, que no respeta las
reglas de juego, que se está enfrentando al “inmaculado” Poder Judicial y no
respeta sus “justas” resoluciones, que los está asfixiando con un exagerado
control y que con esa actitud, solo “los desilusiona” y atrae peligrosamente a
capitales chinos que quieren acaparar el negocio de la harina y aceite de
pescado.
Medios
como “El comercio”, han conseguido que el ciudadano de a pie piense que es más importante
poner atención en el trasero de Tilsa Lozano y llorar con ella su desventura con el “loco” Vargas, que proteger
el recurso natural que garantiza su seguridad alimentaria y las proteínas que
necesita el país para combatir los altos índices de desnutrición infantil; y que
significa, además, la fuente de trabajo
de miles de pescadores artesanales e industriales.
Y
lo priva de información importante, la realmente importante, la que grafica la
enorme injusticia que reina en el sector industrial. El drama que viven pescadores
activos y jubilados; la ridícula suma que paga el armador pesquero por derechos
de pesca y el candado jurídico que astutamente han colocado en el Decreto
Legislativo 1084 para no modificarla en diez años; el aporte insignificante al
Estado en materia tributaria pesquera; el incumplimiento de la Ley de Cuotas y los derechos asociados del
tripulante; la fiscalización ambiental y los plazos excesivos que se les dan a
las plantas procesadoras de conservas, harina y aceite de pescado para adecuarse a normas
sanitarias vigentes; el robo descarado en las tolvas y balanzas en las descargas de pesca; y los fallos
increíbles del Poder Judicial a favor de los intereses de los oligarcas de la
pesca y sus aliados.
Si
cada peruano tuviera esa información, entendería la actitud firme y valiente que
ha mostrado la ministra Gladys Triveño para
reordenar el sector y dictar normas en esa dirección, que no le ha hecho mucha
gracia a la SNP y busca tumbarla por todos los medios.
A
la titular del sector, no le ha temblado la mano al firmar normas que buscan
proteger la anchoveta de la voraz flota industrial, reservando las primeras
diez millas para su reproducción, y exclusivamente para la pesca destinada al
consumo humano directo, aún a costa de recibir como respuesta, una cruel
campaña mediática en su contra, que ahora se intensificará, sin lugar a dudas, con la cuestionada concentración de medios.
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