"No existe un manejo ecosistémico"
PATRICIA MAJLUF
La anchoveta es la 'vedette' del negocio pesquero peruano. El Comercio conversó con la prestigiosa bióloga sobre este negocio y su problemática, desde otra perspectiva.
Hace unos meses recibió en el Reino Unido el premio Whitley de Oro a la conservación de la naturaleza por su labor de protección del entorno marino del Perú. La bióloga Patricia Majluf conversó con El Comercio acerca de su visión de la actividad pesquera, una que tiene que empezar a considerar su impacto en otros ámbitos. En un momento en que el Estado se propone debatir el problema del exceso de capacidad de la flota anchovetera, tener una visión alternativa --y, por qué no, polémica-- de la principal pesquería del país, desde el punto de vista científico, es crucial.
¿Cómo resumir la industrialización de la anchoveta para la elaboración de harina de pescado?Es una industria fácil; es moler pescado para dar de comer a otras especies. Fue hecha desde la perspectiva de un recurso que, teóricamente, nadie puede comer, para dar de comer a otros animales. Pero ese recurso sí se puede comer, hay varias alternativas.
Los industriales pesqueros argumentan que no hay suficiente mercado para toda la anchoveta que se pesca...Por supuesto que no hay mercado, pero tampoco tenemos que pescar tanta anchoveta. El diagnóstico que se hizo en los años 60 --y que es válido hasta ahora-- es que si sacamos de 3 millones a 5 millones de toneladas (TM) anuales, la anchoveta va a durar para siempre. Hoy estamos reportando 8,5 millones de TM anuales, pero todo el mundo sabe que hay hasta un 40% que no se está reportando.
Pero los empresarios pesqueros confían en sus sistemas de control de los recursos pesqueros.Ellos defienden el monitoreo siempre y cuando les convenga. Desgraciadamente, el Imarpe ha perdido un poco de transparencia y confiabilidad, porque hay decisiones (como abrir o cerrar una zona de pesca) que se toman políticamente. Además, el sistema satelital para el seguimiento de naves (Sisesat) y el de control de desembarque (provisto por SGS) tienen problemas. Tengo entendido que en las oficinas del Sisesat hay cerros de reportes de faltas e infracciones, pero que nadie los responde. Si se pone una multa, apelan. El lobby pesquero es el más fuerte de este país. Está en el Gobierno siempre.
La industria está concentrada en pocas manos. ¿Eso no se debe a las características de la actividad: un recurso aleatorio, con una cuota que origina una "carrera olímpica" porque se acaba?Pero esa carrera se da porque la cuota está dada en forma abierta. De lo que se habla ahora es de las cuotas individuales transferibles, de repartir la torta entre todo el mundo, de tal manera que todos puedan salir a pescar cuando quieran y no tengan que correr para sacar el recurso.
Hay quienes sostienen que, además de solucionar el exceso de flota, hay que aliviar el exceso de capacidad en las plantas. Y que ese excedente es incluso mayor al que tiene la flota...Es igual, de cuatro a seis veces lo que se necesita. El problema con las plantas --que aducen los pesqueros-- es que se necesita tener una en cada puerto de la costa. Lo que se debería hacer es también un sistema de cuotas. Además, falta orden. No existe un límite máximo permisible de efluentes. Por lo tanto, las plantas, grandes o pequeñas, pueden botar lo que sea al mar, sin que se les controle.
Los efluentes pueden afectar no solo a los pesqueros...Claro. La industria se lleva la mayor parte de la biomasa de anchoveta. Las otras especies, que dependen de ella, están deprimidas, al 15% de lo que estaban antes del desarrollo de la industria pesquera.
¿De qué especies se trata? ¿Jurel, caballa, sardina, bonito, cojinova, lisa, atún, pota...?Esas son las principales, pero hay más. Imagínate que tuviéramos la cantidad de lobos que teníamos antes. Eso para el turismo sería espectacular. Solo las Islas Ballestas mueven entre US$7 millones y US$9 millones al año por turismo, y si tuviéramos cinco de esos sitios, sería interesantísimo. Antes teníamos 400.000 TM anuales de guano. Ahora no llegamos ni a 20.000 TM. Y ese guano es recurso para la agricultura orgánica, que es un 'boom' en el mundo. Ahora, no solo es que los peces no tienen qué comer, sino que, además, los sitios donde se reproducen y se crían están contaminados.
Entiendo que este es un enfoque sistémico de la pesca, que la ve como una actividad en que interactúan varios agentes. Lo que uno no se explica es por qué las autoridades no usan este enfoque y se aplica en la regulación... El Perú tiene un compromiso internacional por haber firmado la Convención de la Biodiversidad, y hay una serie de convenios que nos comprometen a un manejo ecosistémico. Pero no se da, básicamente porque el enfoque siempre ha sido: anchoveta, anchoveta, anchoveta. Esta comisión que se ha formado para ver el exceso de capacidad de la flota de anchoveta está compuesta por la sociedad de pesquería, la sociedad de armadores, pero... ¿dónde está la sociedad civil? No hay un solo representante de instituciones técnicas, de las universidades, de las ONG.
Aún no se sabe la formación. Esa comisión va a ser explosiva. Para que el manejo pesquero sea realmente transparente, tienes que abrir este tipo de espacios.
Que los empresarios financian...Pero debería ser un mecanismo transparente y abierto. Es importante para calcular el esfuerzo de pesca. Se trata de un esfuerzo que está aumentando constantemente porque la flota siempre está creciendo. Lo que debe verse es si la biomasa que tenemos es producto de este esfuerzo de pesca o si es que está disminuyendo.
La situación puede mejorar antes de empeorar.Exacto. Cuando en los puertos hay más de 10% de juveniles, se debe cerrar la pesca. Pero en un cuadro donde se aprecian los días en que ha habido presencia de juveniles entre abril y junio del 2005, tienes que en Chimbote ha habido veces en que las capturas llegaban al 40% y por varios días. Allí no se cerró nada. Eso también sucede con la merluza. Ahora se pesca de una talla de 17 a 20 cm, cuando antes era de 35. La talla mínima reproductiva ha bajado de 35 a 22 cm, lo que quiere decir que los bebes se están reproduciendo. Y eso solo se da cuando una población está sobreexplotada.
Madura más rápido...Lo mismo ocurre con la anchoveta. También está disminuyendo su talla reproductiva. Ese es un patrón que se está dando en todo el mundo. Estamos reduciendo la productividad de los ecosistemas marinos al dejar solo a los pequeños vivos. Estamos haciendo un proceso de selección no natural.
El debate en el Perú se ha planteado en términos de cuotas individuales o de cuota global. ¿No hay otras alternativas, porque parece no haber consenso dentro del sector?
El problema con las cuotas en nuestro país es que tenemos demasiados jugadores en la pesca. Cuando tienes 100 compañías, puedes partir la torta en 100. Pero hay 600 o más embarcaciones de acero y tienes 700 vikingas (de madera), pero en las afueras de Ilo están haciendo 150 más y hay 250 más que se están construyendo en el norte. Sigue creciendo el número de individuos metidos en el sector.
Hay quienes sostienen que las naves vikingas ya existían antes de la ley de pesca de los años 90...Pero eran menos. El almirante (r) Luis Giampietri, primer vicepresidente de la República y ex presidente del Imarpe, dice que si se instalan equipos de frío en las bodegas de los barcos, se va a reducir la capacidad de flota. Pero esos son mecanismos para proteger la calidad del pescado y usarlo en el consumo directo. Ahora sí hay mercado para esa pesca: África está interesadísima. Se vende la anchoveta en bloques congelados o en seco-salado y se enlata en España. ¿Por qué no se hace eso acá? Venden a US$700 la TM de anchoveta sin cola y sin cabeza, mientras que para hacer una tonelada de harina de US$1.400 se necesitan entre cuatro y cinco TM de anchoveta. Si realmente creáramos los mercados, generaríamos más dinero y sería más saludable para el ecosistema.
La ley de pesquería tendría que considerar todo esto...Por supuesto. El año pasado hubo un simposio para ver el tema de la certificación de la pesquería de anchoveta peruana bajo el Marine Stewardship Council, que certifica si hay manejo ecosistémico. La respuesta del sector fue que no la necesitaba, porque el Gobierno decía que la pesca en el Perú era sostenible. El problema no se discutió en toda su extensión. El Banco Mundial nos ha permitido poner esta frase en un estudio que hemos concluido recientemente (nos muestra el resumen)...
"Con capacidades de flota y procesamiento sobredimensionadas, la pesquería peruana muestra eficiencias muy pobres, ocasionando considerables pérdidas de renta y elevados costos ambientales y sociales al Estado, generando grandes ingresos de divisas que benefician a una fracción mínima de la industria", dice el documento.
Normalmente el Banco Mundial es muy cauto, pero esto lo avala y lo acepta.
Este es el diagnóstico del sector: estamos en el ecosistema más rico del mundo y explotamos una fracción que es la base de esa riqueza. Estoy convencida de que si bajamos las cuotas de pesca a un máximo de cinco millones de toneladas, en pocos años podríamos recuperar la riqueza que tenía nuestro ecosistema. Pero hay que controlar la cuota, los efluentes pesqueros y el tamaño de la flota.
¿Eso se podría manejar con una cuota global o con cuotas individuales?La cuota global sí, pero además debes tener un sistema de ordenamiento, porque no puedes tener esta cantidad de embarcaciones yendo a pescar lo que se pueda cuando se pueda.
¿Bajo el escenario actual, se ha aventurado a pronosticar hasta cuánto puede dar el recurso? Porque parece que hasta ahora hemos tenido mucha suerte...
En biología hay un fenómeno llamado "resiliencia", que es la capacidad de un ecosistema para recuperarse. El ecosistema del Perú es tan fuerte, tan rico, que le hemos dado golpes y sigue levantándose. El problema es que estamos afectando ya su resiliencia. El sistema de Humboldt tiene la suerte de tener un mecanismo de renovación regular, que es el fenómeno de El Niño. Pero siempre estaba la anchoveta, que era el alimento, la energía que permitía que todas las especies se recuperaran.
Hoy, las demás especies no tienen esa comida para recuperarse. Hemos empobrecido nuestro sistema y quitado esa resistencia. En los años 50, antes de la pesca industrial, el 85% de la biomasa de anchoveta era consumido por otros depredadores y 14% por las aves marinas. Hoy, la pesquería se lleva ese 85% y para el resto de depredadores queda 12% y 2% para las aves. La población de aves está ahora al 10% de lo que era antes de la pesca de anchoveta. Cada vez se demora más en recuperarse y lo hace en niveles cada vez más bajos. Con la evidencia que tenemos, no podemos decir fehacientemente que estamos sobreexplotando la anchoveta, pero sí que estamos sobreexplotando el ecosistema.
Eso no significa que no hagas industria...No. Lo que tienes que hacer es industria, pero manejándola desde una perspectiva más amplia. Siempre hemos sabido que la sobrepesca de anchoveta explicaba la caída de otras especies. Pero le preguntabas al Imarpe sobre eso y te respondía que tenía gente que estudiaba cada especie... por separado. Nunca nadie hace la conexión ecosistémica.
La ficha
Nombre: Patricia Majluf Chiok.Profesión: Bióloga.Cargo: Jefa de la Unidad de Biología de la Conservación de la Universidad Cayetano Heredia.
Reconocimientos: Ganó el premio concedido por la Whitley Fund for Nature por un proyecto para la creación de una red de áreas marinas protegidas en la costa peruana.
Christian Navarro Rojas
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