La gestión pesquera

Se espera que, antes de entrar en propuestas promocionales de la pesquería se realice un estudio que permita determinar cuáles serían las especies objetivo, cuál el volumen de su biomasa, cuáles serían los períodos de vedas reproductivas, cuál sería el efecto ecosistémico de su explotación, para llegar a determinar una tasa anual de captura por especie. De esta información se deriva la capacidad de bodega que debería tener una flota con intención de incursionar en la actividad extractiva, la cuota anual de extracción, las cuotas individuales a asignar y los períodos de pesca. Solo entonces podríamos pretender introducir mayor esfuerzo pesquero sobre el ecosistema marino de Humboldt.

6 de septiembre de 2006

PAIS PESQUERO

UN PAIS PESQUERO

Un país con un litoral tan largo como el que tiene el Perú, frente a un océano que alberga una de las zonas más privilegiadas del mundo en cuanto a reservas de peces, debiera ser por definición, un país pesquero.
Un país que posee espejos de agua y ríos favorables para la pesca continental debiera ser un país pesquero.
Un país con potencial para acuicultura y maricultura debiera ser un país pesquero.

El Perú es un país pesquero por definición, pero ¿que se entiende por dicho término?
El solo hecho de tener una importante biomasa de anchoveta y otras especies marinas, así como el potencial que brindan ríos y lagos no es suficiente para definirnos como país pesquero.

Grandes cifras en toneladas o en dólares de productos marinos exportados no definen por sí mismos la condición de un país pesquero.

Lo que los hombres hacen o dejan de hacer con sus recursos, es lo que realmente define la condición de pesquero.
Si nos atenemos estrictamente al potencial y lo que se encuentra en estado natural, la definición de país pesquero no grafica nada más que posibilidades y oportunidades.

La definición válida de país pesquero debería darse en el contexto de aquello que somos capaces de hacer con ese potencial pesquero. O de lo que no somos capaces de hacer.

Educar al sector para una pesca responsable, entrenar a los pescadores para la diversificación y para que den un paso hacia la transformación y comercialización de sus productos, educar al consumidor a comer pescado; ofertar un pescado limpio, inocuo, con controles sanitarios que aseguren su calidad. Eso es parte de la definición de un país pesquero. Exportar calidad en productos hidrobiológicos, pero consumir la misma calidad en el mercado interno. Priorizar la pesquería hacia el consumo humano directo, protegiendo el rico ecosistema marino de Humboldt, que es precisamente el que nos da la posibilidad de ser país pesquero.

Adoptar un enfoque ecosistémico en nuestra ordenación pesquera, asumir el criterio precautorio en la asignación de cuotas de captura anuales, proteger nuestra condición de país pesquero.

Formular una política pesquera de largo plazo, integral, racional, que brinde las posibilidades de ser un país pesquero de largo aliento, viable, con privilegio de la alimentación nacional.

Hay muchas cosas que definen la calidad de ser un país pesquero. Esa definición depende de la voluntad política.
Podemos hacer de la pesquería peruana lo necesario para que nos lleve a exhibir ante el mundo el orgullo de sabernos realmente un país pesquero.

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