La gestión pesquera

Se espera que, antes de entrar en propuestas promocionales de la pesquería se realice un estudio que permita determinar cuáles serían las especies objetivo, cuál el volumen de su biomasa, cuáles serían los períodos de vedas reproductivas, cuál sería el efecto ecosistémico de su explotación, para llegar a determinar una tasa anual de captura por especie. De esta información se deriva la capacidad de bodega que debería tener una flota con intención de incursionar en la actividad extractiva, la cuota anual de extracción, las cuotas individuales a asignar y los períodos de pesca. Solo entonces podríamos pretender introducir mayor esfuerzo pesquero sobre el ecosistema marino de Humboldt.

15 de junio de 2012

El saqueo de nuestro futuro

En la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable estará un grupo de dirigentes mundiales que se han unido para usar su influencia y promover así la conservación de los océanos.

Los océanos son la nueva frontera de nuestro planeta, un área enorme explorada solo en parte y poco regulada, donde forajidos y ciudadanos cumplidores de la ley están saqueando legalmente los recursos del planeta.

Mientras que entre 15 y 20 por ciento del área terrestre de la Tierra está designado como “protegido” con estatus como parque nacional o área de conservación, menos de uno por ciento de los océanos del mundo –que cubren 70 por ciento de la superficie– disfruta de las mismas protecciones.

Esto necesita cambiar rápidamente, porque nuestros océanos están muriendo.

En la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable que tendrá lugar en Brasil el 20 de junio, Ocean Elders, un grupo de dirigentes mundiales que se han unido para usar su influencia para promover la conservación de los océanos, estará instando a los jefes de Estado y enviados gubernamentales de alto nivel a redactar un mandato que obligue a las naciones en todo el mundo a asumir un nivel mucho más alto de responsabilidad por el bienestar de nuestros océanos.

A la conferencia se le conoce como Río+20, recordando que han pasado 20 años desde la primera Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro.

En esta cumbre, es hora de que los líderes promuevan el verdadero cambio.

Con la mayor parte de alta mar abierta a la pesca sin restricciones, los océanos están siendo saqueados.

Una de las peores técnicas es la red barredera del fondo marino, que involucra arrastrar grandes y pesadas redes por el lecho marino, destruyendo corales y esponjas vitales para los ecosistemas, destruyendo efectivamente la vida marina de los océanos.

Este barrido indiscriminado es tan ineficiente como destructivo: por cada medio kilo de especies de peces previstas atrapadas en cada red, se matan a alrededor de cinco kilos de “víctimas colaterales” (peces no deseados).

No sorprende que estudios del Departamento de Alimentación y Agricultura (FAO) de la ONU mostraran en 2012 que alrededor de un tercio de las existencias de peces estuvieran explotadas en exceso, reducidas o en recuperación.

Entre más se entera uno de este caos marino, más aterrador se vuelve el panorama.

WildAid estima que un espantoso total de 1.5 millones de tiburones están siendo masacrados cada semana, solo por sus aletas.

Este comercio está floreciendo, en parte, debido a la economía fuerte en China, donde algunas personas pagan hasta 100 dólares por un tazón de sopa de aleta de tiburón.

Según el Grupo Especializado en Tiburones de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, hasta un tercio de todas las especies de tiburones está ahora amenazada por la extinción.

Para su mérito, los incansables esfuerzos de WildAid han resultado en prohibiciones a las ventas de productos de tiburón en varias ciudades, pero esto no tiene efecto en el problema latente.

La pesca excesiva y la destrucción sistemática de los ecosistemas marinos no son las únicas amenazas producidas por el hombre para nuestros océanos.

Regularmente, solo ponemos atención a la basura que vemos y reconocemos, como el muelle de 22 metros de largo procedente de Japón que recientemente encalló en una playa de Oregon 15 meses después del tsunami ahí, pero realmente son los restos flotantes mucho más pequeños los que causan más estragos.

Con el tiempo, los millones de toneladas de plástico desechado que son lanzados a nuestros océanos se desintegran por la acción de las olas y la luz solar para formar lo que se convierte en sopa plástica estilo plancton que los peces confunden con alimento.

Los peces comen el plástico y, si sobreviven a eso, en algunos casos nosotros comemos los pescados.

Para hacer frente a este problema, Doug Woodring, un residente de Hong Kong, ha dado continuación al exitoso Proyecto de Revelación del Carbono, que ahora se jacta de contar con más de 3.000 participantes corporativos, al lanzar el Proyecto de Revelación del Plástico, con el objetivo de generar una mayor responsabilidad corporativa, comunitaria e individual por la fabricación, uso y disposición de los plásticos.

Organizaciones como WildAid y personas como Woodring están haciendo valientemente su parte para atraer la atención hacia estas amenazas múltiples para nuestros océanos, pero todos debemos ayuda obligando a nuestros representantes electos a emprender una acción urgente y concreta.

Hay una enorme extensión de océanos vulnerables y se va a requerir mucha vigilancia bien coordinada si deseamos darles la protección que merecen.

En un informe elaborado en 1987, una comisión independiente que reportaba ante Naciones Unidas definió el desarrollo sustentable como “la satisfacción de las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.

Si no podemos resolverlo ahora, las ballenas, delfines, tiburones y arrecifes de coral serán el tema de las lecciones de historia para los hijos de nuestros hijos.

Richard Branson

Favor enviar sus preguntas a: richardbranson@nytimes.com Incluya nombre, país y dirección de correo electrónico. Fundador de Virgin Group y compañías como Virgin Atlantic, Virgin America, Virgin Mobile y Virgen Active.

http://www.portafolio.co/opinion/saqueando-al-nuevo-lejano-oeste

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