La gestión pesquera
Se espera que, antes de entrar en propuestas promocionales de la pesquería se realice un estudio que permita determinar cuáles serían las especies objetivo, cuál el volumen de su biomasa, cuáles serían los períodos de vedas reproductivas, cuál sería el efecto ecosistémico de su explotación, para llegar a determinar una tasa anual de captura por especie. De esta información se deriva la capacidad de bodega que debería tener una flota con intención de incursionar en la actividad extractiva, la cuota anual de extracción, las cuotas individuales a asignar y los períodos de pesca. Solo entonces podríamos pretender introducir mayor esfuerzo pesquero sobre el ecosistema marino de Humboldt.
4 de octubre de 2012
Mala Pesca, la depredación pesquera en Chile
Durante los últimos meses, el
tema pesquero ha tomado varios espacios en la prensa, pues las movilizaciones
que han protagonizado los pescadores artesanales han puesto en jaque la
normalidad de los negocios empresariales y han sobrepasado la capacidad represiva
de carabineros para reponerla.
Por unas semanas, los pescadores
han cortado caminos en distintas zonas del país y la Región, sosteniendo estas
acciones a pesar de la violencia policial característica de esta democracia de
palos, lacrimógenas, balines y de balas. La acción que dio vuelta al mundo, por
su originalidad y osadía, fue el bloqueo del acceso marítimo al Puerto de
Coronel, de propiedad de la familia Angelini, impidiendo que buques recalaran y
pudiesen embarcar la celulosa, proveniente de la planta Arauco de su misma
propiedad.
La acción de los pescadores
denuncia la aberrante concentración económica del país, ejemplo de ello fue
Anacleto Angelini, (muerto el 2007) quién construyó su fortuna, precisamente a
partir de la pesca de sardina y anchoveta en el norte del país y después en
toda la costa nacional. Hoy, esta familia, junto a otras cuantas, se han
quedado con el 80% del total de especies marinas, que se calcula quedan en el
mar y que vienen explotando desde hace más de 40 años.
La diferencia con la situación
anterior es que la Ley que impulsa la clase política en su conjunto, se está
aprobando, cuando al mar casi no le quedan peces y lo poco que queda,
quedará en manos de estas familias, de
forma indefinida y podrán hacer con ello “cualquier tipo de negocio jurídico”,
es decir, cualquier cosa.
Hasta el momento, la movilización
la han realizado los pescadores artesanales y con el manejo que han hecho de
éstas la prensa empresarial, se ha impedido comunicar las cuestiones que tocan
directamente a la población y que están en juego en este momento, que está
marcado por la aprobación de una nueva ley de pesca que regiría desde el 1 de
enero de 2013.
Desde distintos sectores
coinciden en que el artífice de esta nueva ley es el Ministro de Economía,
Pablo Longueira. A fines del año 2011, organizó un encuentro con algunos
sectores vinculados a la pesca, algunos de los cuales aceptaron sumarse al
proyecto que Longueira tenía en preparación, que era y es una réplica de la ley
que rige desde el 2001.
La cooptación de algunos
dirigentes generó divisiones en el seno
de los trabajadores vinculados a la pesca (ya sea del ámbito artesanal o
industrial). Para quienes se pusieron al margen del proyecto de Longueira, no
se explicaban cómo podía validarse un plan que perpetuaba el régimen de captura
que ha llevado al colapso de diversas especies marinas.
No se consideró el daño en que
han infringido la pesca de arrastre y de cerco. No se tomó en cuenta el hecho
que la industria pesquera, está concentrada en diez familias que controlan casi el 80% de toda la
pesca en la costa chilena, pagando míseros impuestos por el saqueo que cometen.
Tampoco se consideró, el hecho que el agotamiento de los recursos marinos ha
dejado a miles en la cesantía (sólo en Coronel, Talcahuano y Tomé pueden
calcularse en miles los puestos de trabajo perdidos, es decir, que no se han
vuelto a recuperar) y que muchos de los trabajadores que provenían de la pesca
industrial se integraron en diversas faenas de la artesanal, que llegó a
concentrar el 80% de la masa laboral de la pesca, teniendo el 20% de las cuotas
de captura en la costa chilena.
El Consejo de Defensa del
Patrimonio Pesquero intentó impulsar que la nueva ley estableciera que el
Estado tuviese el dominio absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible de
los recursos hidrobiológicos existentes en los espacios marítimos. Sin embargo,
Longueira, realizó artimañías para que esta definición fuese aprobada con
Quórum Calificado (más de la mitad) en la Cámara de Diputados, a lo cual no se
llegó, pues la mayoría votó en contra, a pesar que unos 50 diputados apoyaron
poner esta indicación como artículo.
El gran saqueo y las vergonzosas
mentiras que han debido esgrimirse para legitimar u ocultar los desastres que
éste ha provocado, han sido registrados en un documental realizado por Resumen
y la revista virtual El Radical Libre; Mala Pesca.
Mala Pesca, es una expresión que
bastantes pescadores y trabajadores de la pesca industrial ocupan
recurrentemente y que tiene como telón de fondo la extinción de los recursos marinos.
Para los trabajadores del mar, cada vez es más común tener que internarse más
tiempo en las aguas, buscando pesca y para la comunidad, el pescado, cada vez
se aleja más de su dieta, como si fuera una paradoja para quienes viven con una
inmensa costa, que se supone está bajo su soberanía.
Mala Pesca busca invitar a la
comunidad a acercarse al tema de la pesca, a partir de la voz y las verdades de
quienes, el sistema intenta silenciar con la tradicional y vulgar
noticia/espectáculo. Los relatos y los antecedentes que están en Mala Pesca
detallan lo que la comunidad ha vivido en general, respecto a la pesca y a su
alimentación y también intentan
responder a preguntas que las empresas eluden o contestan con groseros
embustes.
¿Por qué nuestra costa es tan
rica en biodiversidad?; ¿Cómo hicieron sus imperios, las familias que hoy
controlan la pesca?; El Estado, ¿también les pasó plata?; Crímenes en alta mar
y mentiras en los muelles y pesqueras ¿Quién fiscaliza?; ¿Por qué, gente como
Eduardo Frei, Ricardo Lagos, los Hermanos Andrés y Adolfo Zaldivar y Pablo
Longueira, pueden ser considerados criminales de lesa humanidad?; ¿Por qué
debemos comer pescado?; ¿Por qué el mar debe estar para nuestras necesidades y
no para el enriquecimiento de unos pocos? Estos y otros cuestionamientos son
los que se intentan responder y se invita a que la comunidad también lo haga.
Vea el trailer en el link siguiente y
compare usted las similitudes de la problemática chilena con la peruana. La
necesidad de asegurar pesquerías sostenibles y amigables con el medio ambiente
trasciende las fronteras. Es un derecho y un deber de toda la sociedad civil
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