El diario Perú 21, en su edición del día 3 de noviembre publica un suplemento titulado Los 100 días de García. En la página 12 hace un resumen que menciona que el 53% de planes no se cumplieron y hace un breve recuento de lo incumplido.
No menciona específicamente al sector pesquero. Apenas si hace una referencia al mismo bajo el subtítulo Seguridad Alimentaria, en el cual menciona, en relación al tema de restituir el Ministerio de Pesquería, que el Ministro no tiene el tema en agenda.
Resulta curioso que un punto importante de la oferta electoral en materia pesquera, sea respondido por el Ministro en esa forma. Esta expresión contradice lo ofrecido durante la campaña y constituye una decepción para todos quienes confiamos en las ofertas electorales.
Lo más significativo de resaltar, es que los puntos de la agenda del APRA para el sector pesquero son más numerosos y no son mencionados por el diario en mención. Indicativo, probablemente, del poco interés que los medios le brindan al sector. Mientras más bajo el perfil del sector, menos problemas para la administración. El diario menciona que el mismo perfil del Ministro es bajo, según opinión del ex ministro Iriarte. Podría ser porque no tiene un conocimiento profundo de los temas que le han encargado.
Los hechos de estos cien días indican que el Ministro tiene su propia agenda, o que no la tiene. El APRA tiene una agenda política que no se ve en ejecución. Lo cual es natural si observamos que ninguno de los técnicos que participaron en el diseño del plan de gobierno fueron convocados.
Un plan de gobierno responde a una filosofía y a propósitos comunes a una ideología política y a una visión del sector que es compartida por las personas que diseñan una agenda.
El nombramiento de un Ministro que no forma parte de ese esquema no es garantía de que aplicará un programa diseñado por otros. Tendrá que llevar su propia agenda. Lo cual constituye un factor de riesgo para la credibilidad del nuevo gobierno.
El sector es complejo y requiere de experiencia y conocimiento de su problemática. Si la dirección del Ministerio no está imbuida de ésta, es totalmente natural que tome un tiempo para conocerla, y en algún momento tendrá que diseñar su propia agenda.
Lo malo es que las necesidades de la pesquería no dan para esperar que quienes conducen su gestión aprendan. El Ministro puede tener las cualidades y condiciones personales más destacables, lo cual no se cuestiona; pero su inexperiencia no garantiza el cumplimiento del plan de gobierno.
Es así que se llega a los primeros cien días sin tocar ni mencionar temas de fondo como:
Replanteo del monto de Derechos de pesca
Baja tributación del sector proveniente del impuesto a la renta de tercera categoría.
Problemática del canon pesquero.
Pesca ilegal.
Flota de altura para jurel y caballa.
Infraestructura de los desembarcaderos artesanales.
Ventanas de penetración que facultan a la flota industrial a incursionar en las 5 millas en el sur del país.
Problemática de la pesca artesanal.
Creación del Ministerio de Pesquería.
Estándares de calidad para los productos hidrobiológicos que se comercializan en el mercado interno.
Cuotas de pesca
Contaminación
Limpieza de las bahías contaminadas
Enfoque ecosistémico
Gestión integrada de las zonas costeras
Definición de los Límites máximos permisibles. A la fecha no se han establecido los límites máximos permisibles para las emisiones y afluentes de la actividad pesquera. La falta de estos parámetros técnicos imposibilita la determinación de responsabilidades penales por contaminación, así como limita el control y evaluación del cumplimiento de los PAMA´s y EIA´s de las fábricas de harina y aceite de pescado.
En vísperas del inicio de un fenómeno El Niño, en medio de insatisfacciones constantes expresadas por la FIUPAP, en ausencia de indicios de propuestas para el diseño de una política de largo plazo, en el inicio de una cortísima temporada de anchoveta, el futuro del sector impone decisiones.
Se critica que los gobiernos de turno copan la administración pública. Quizá haya algo de verdad en ello, pero gobernar con personas que no comparten principios e ideales comunes generan situaciones políticamente adversas como la que viene ocurriendo en el sector pesquero. En frases comunes, la gente dice “Más de lo mismo”. Esta frase indica que un sector de la población, el que confió en la oferta electoral, se siente defraudada y que el sector seguirá igual con todas las distorsiones e injusticias que se derivan de un stablishment que no se modifica.
Nuestro frágil ecosistema marino podría no resistir los juegos y avatares de la política en el corto plazo.
Lo decisivo no solo es la voluntad sino la decisión política. Y solo toma decisiones trascendentes quien está dispuesto a asumir la responsabilidad de las mismas porque es un conocedor de su tema. Y para eso debe contarse con una base ideológica coherente con el diseño general del plan de gobierno del partido que lo eligió.
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