La gestión pesquera

Se espera que, antes de entrar en propuestas promocionales de la pesquería se realice un estudio que permita determinar cuáles serían las especies objetivo, cuál el volumen de su biomasa, cuáles serían los períodos de vedas reproductivas, cuál sería el efecto ecosistémico de su explotación, para llegar a determinar una tasa anual de captura por especie. De esta información se deriva la capacidad de bodega que debería tener una flota con intención de incursionar en la actividad extractiva, la cuota anual de extracción, las cuotas individuales a asignar y los períodos de pesca. Solo entonces podríamos pretender introducir mayor esfuerzo pesquero sobre el ecosistema marino de Humboldt.

14 de agosto de 2008

PERU: EL MODELO DE GESTION PESQUERA VII

VII
EL TEMA DE FONDO


El tema de fondo a tratar es la magnitud y orientación del esfuerzo pesquero total practicado por la comunidad pesquera.
Es imprescindible establecer mayores limitaciones al esfuerzo pesquero en el futuro inmediato junto con mecanismos que garanticen un mejor aprovechamiento de las reducidas biomasas disponibles.
La pesquería operó por años bajo el régimen de acceso libre, es decir, el que quería pescar lo hacía donde y cuando mejor convenía a sus intereses. En algún momento se prohibió la práctica pesquera de gran escala en una franja marina costera de 5 millas con la creencia que esta medida sería suficiente para preservar los recursos.
Posteriormente se introdujeron nuevos mecanismos de regulación en salvaguarda de las especies obligando a poseer permisos de pesca para realizar faenas pesqueras y así limitar el crecimiento de la flota.
Un primer esfuerzo en dirección a limitar más el esfuerzo extractivo lo constituye el régimen de cuotas establecido para la merluza y para la anchoveta en el Perú y que sustituye al mecanismo de acceso libre a dicho recurso. Debemos esperar que esta modalidad de regulación se haga extensiva gradualmente al resto de las especies y a todos los agentes pesqueros. Tarea nada fácil pero impostergable que requiere además fomentar en la comunidad una actitud respetuosa y responsable frente a los recursos.

El esfuerzo pesquero artesanal se ha desarrollado hasta alcanzar niveles casi industriales haciendo uso y abuso de las normas vigentes. Desvirtuando la esencia del pescador artesanal que pesca con artes manuales, determinadas normas populistas han calificado a un inmenso número de empresarios pesqueros como pescadores artesanales confiriéndoles autorización para actuar y depredar las áreas supuestamente protegidas.
Esta situación amerita ser corregida estableciendo nuevas y más adecuadas regulaciones a la actividad pesquera artesanal. Debe incorporarse la definición de pesca artesanal como la que se encuentra orientada a múltiples especies y utilizando una amplia gama de artes y técnicas de pesca relativamente sencillas, utilizando embarcaciones o sin ellas. Por el contrario, aquellas personas que pescan con asistencia mecánica deberán denominárseles pescadores industriales y estarán sujetos a regulación respecto a las cantidades máximas que están facultados a extraer
Resulta sensato reclamar mayor y mejor investigación científica a fin de introducir mecanismos de manejo pesquero que permitan recuperar los recursos y que beneficien realmente a la población costera.

CONCEPTOS INNOVADORES Y RAZONES PARA INNOVAR EL MODELO DE GESTION

Es importante comprender el concepto de sistema y subsistema ecológico marino.
El sistema ecológico marino peruano comprende la totalidad de los seres vivos, aires y aguas, sus contenidos disueltos o en suspensión, playas, islas, roqueríos y fondos marinos comprendidos dentro de las 200 millas.
Un subsistema ecológico es aquella porción individualizada del sistema ecológico que contiene especies residentes e interdependientes entre sí y que recibe y alberga estacionalmente aquellas que por su calidad migratoria o transzonal se manifiestan e interactúan en él.
En cada subsistema las mencionadas especies se habrán de cuantificar y evaluar para determinar los límites máximos de extracción a fin de no afectar el equilibrio del conjunto. Si bien hay especies residentes comunes a diversos subsistemas, la regulación de su esfuerzo pesquero se hará considerando la biomasa presente en cada cual.

Se justifica implementar la administración pesquera por subsistema ecológico debido a que las especies se ubican en determinados habitats marinos que le son propicios por razones de temperatura, salinidad y contenido de oxigeno, pero principalmente porque satisfacen las tres condiciones elementales de su existir: supervivencia, alimentación y reproducción.
Las especies se desarrollan y subsisten en su respectivo subsistema regulados en equilibrio en virtud de la relación presa-predador. Se comen entre ellos pero el tamaño de las biomasas predadoras guarda relación con las biomasas presa. La mortalidad por pesca sobre un solo recurso, en cambio, desequilibra el subsistema, por lo cual se considera necesaria una extracción diversificada y regulada. En el proceso habrá que aceptar que ciertas especies se reducirán indefectiblemente a cambio del esfuerzo pesquero.
El manejo ecosistémico comprende obviamente también la prevención de la contaminación.
No será fácil encontrar el límite justo a las capturas máximas. Tradicionalmente se ha regulado la pesquería evaluando las especies en forma individual con observancia de los períodos de desove y la edad o talla de la especie objetivo. El manejo ecosistémico implica necesariamente la observancia del impacto que tiene la pesca objetivo sobre las especies dependientes de ella.
El sentido común nos lleva a concluir que el esfuerzo pesquero no debe concentrarse sobre un solo recurso sino que debe practicarse racionalmente sobre las diversas especies presentes en el cada subsistema a fin de mantener un razonable equilibrio.
Se puede innovar en regulación pesquera en beneficio de todos si los diversos estamentos de la colectividad pesquera concordaran sus iniciativas. Debemos superar aquellos prejuicios que nos colocan en posiciones antagónicas cuando en el fondo estamos del mismo lado de la mesa, con una visión que difiere, en todo caso, en la naturaleza y amplitud del conocimiento y experiencia de cada uno.

CONCEPTOS A INCORPORAR

Innovar elaborando un modelo de gestión pesquera que (i) valore comercialmente las biomasas de los diversos recursos pesqueros disponibles y recuperables, (ii) que valore individualmente el impacto socioeconómico de su recuperación y explotación sustentable y (iii) que establezca criterios de prioridad y preferencia de cara a las externalidades negativas que pudieran sobrevenir de la explotación de cada uno de ellos.

Estudiar fuentes alternativas de financiamiento para soportar los costos de una investigación científica adecuada.

Para efectos de control de la pesca ilegal, y a fin de hacer este control menos costoso, se intensifique el control sobre las plantas de procesamiento y sobre el mercado de pescado fresco nacional. El control debiera ejercerse de forma tal que aquella planta que procese pesca que no provenga de embarcaciones pesqueras con cuota asignada y/o debidamente identificada si se tratase de artesanales sea drásticamente sancionada. Sería conveniente incorporar medidas de sanción más drásticas como la pérdida de licencia o cierre de la planta.

Incorporar más flota no mejora el número de jornales puesto que estos están en relación directa a la cantidad de recurso que se extrae.
Si, por ejemplo, se tiene una granja con 100 gallinas que producen 1,000 huevos diarios que sirven para alimentar a un pueblo de 200 habitantes a razón de 5 huevos por persona, incrementar 100 personas más solo permitirá que cada persona en lugar de comer 5 huevos consuma tan solo 3.3 huevos.
Por tanto es el recurso el que define la cantidad de trabajadores y no estos últimos.

La pesca de arrastre no califica de artesanal. Consentirlo impulsa que empresarios se disfracen de artesanales para incluirse como nuevos participes.

La pesca ilegal debe ser combatida y confiscados los aparejos (la red y el winche en caso de arrastre en el caso de la flota de madera de Paita p.e.)

La asignación de las cuotas individuales transferibles es la mejor opción de manejo porque para muchos armadores no será rentable operar sus embarcaciones en una operación de pesca que puede resultar muy costosa. Por tanto es lógico que prefieran vender o transferir su cuota a aquellos armadores que por la naturaleza de sus embarcaciones y/o experiencia de sus patrones puedan asumir el riesgo de una faena de pesca en mejores condiciones.
Asignar cuotas individuales de pesca deviene en una necesidad a fin de que el sector se regule por sí mismo permitiendo salir a pescar a las embarcaciones más eficientes.

Asumir como necesaria una mayor investigación y también, si fuese posible, por científicos investigadores independientes que permitan llegar a las mejores conclusiones en los temas que tendrán impacto en las decisiones de ordenamiento que deberán adoptarse en el futuro cercano.
Una novedosa forma de democratizar el acceso a los principales recursos y generar simultáneamente fondos para la investigación es que del total de las cuotas anuales a repartir, el Estado se reserve el 10% de la misma, la cual sería subastada al mejor precio. A esta subasta podría acceder cualquier armador o persona con cuota o sin ella, lo que le daría un libre acceso limitado y generaría un fondo proveniente del mismo sector, no del Estado, que puede asignarse a actividades de investigación más profunda.

Es posible innovar en la extracción mediante la administración dinámica de caladeros o zonas de pesca.

La Administración no debe rehabilitar permisos de pesca incursos en caducidad por causales económico-financieras. Hacerlo impulsa la negociación de intangibles en desmedro de los participes activos (reduce los índices de participación individual y penaliza a aquellos que se sometieron a las restricciones del esfuerzo por la recuperación del recurso.)

En los últimos 30 años el escenario pesquero ha cambiado radicalmente. Los indicadores lo evidencian:
- Menores volúmenes y menores tallas en las capturas,
- Los pescadores costeros se han convertido en pescadores de altura o proveedores de la industria harinera.
- Los botes y aparejos artesanales tradicionales se han reconvertido y mecanizado
- La capacidad de bodega y el esfuerzo pesquero se multiplica
- El número de partícipes aumenta.- Las temporadas de pesca exitosa de acortan
- Persiste la ilusión del pescador de tomar riqueza del mar y aumenta su frustración.

Debe entenderse que la pesca industrial y la pesca artesanal son actividades humanas que provocan mortalidad y por tanto afectan la estructura poblacional de los recursos hidrobiológicos. La tendencia de la población costera por apostar por la extracción debe ser revertida. La percepción es errada y debido a desinformación.
La Administración debiera impulsar una corriente de opinión al respecto.

El recurso pesquero no aumenta en función de la demanda.

La Ley de Pesca tiene carácter promocional y ello debe cambiar; la Ley debe volverse regulatoria, limitativa y exclusivista, aún cuando aquello parezca impopular.

Pescar no podrá ser un derecho sino debe ser considerado un privilegio. El privilegio será de unos pocos que se obliguen a sacar la cantidad justa que garantice la sostenibilidad de las especies al menor costo en beneficio de la alimentación humana. Resulta ineludible motivar un giro en la investigación y en la política de recuperación de muchos recursos.

Un enfoque pragmático, que considere el efecto de la complejidad ecológica, y que al mismo tiempo evite la indiscriminada adición de detalles a modelos matemáticos de competencia (entre especies), es la mejor manera de proporcionar asesoramiento científico sobre cuestiones que requieren una acción urgente.

Cuando todos los indicadores señalan que los recursos pesqueros en un área están en decadencia, cuando se han aplicado las propuestas formales sin éxito, es tiempo de innovar, de ser pragmático y reconocer que no hay verdad absoluta.
Los medios del Estado deben orientarse a la educación, a la capacitación y al asesoramiento previos antes de brindar apoyo financiero a la población pesquera. No debe estimularse la formación de más tripulantes ni más pescadores, ni más embarcaciones, sino perfeccionar a los actuales, convertirlos en añadidores de valor agregado, llevarlos a la creación de cadenas productivas, hacerlos microempresarios que construyan una cadena que lleve sus productos por todos los rincones del país.

Los peces constituyen un recurso natural, biológico, móvil y renovable. Su reproducción no requiere la intervención humana ni implica ningún costo. La pesca está sujeta a la disponibilidad de los recursos. La existencia de demasiadas embarcaciones pesqueras acarrea la sobreexplotación y la disminución de las poblaciones. La reducción de la flota debe ser un objetivo fundamental de la política pesquera.

Cada pez capturado deja de estar disponible para los demás pescadores. Cada pescador se ve afectado por la actividad de los demás pescadores, artesanales o industriales. Por tanto, a mayor cantidad de pescadores, menos capturas para cada uno, sobre todo en un escenario de pesquerías plenamente explotadas. Por tanto, la pesquería no debe admitir más participantes.
Las poblaciones de peces no se reproducen con la celeridad y en los volúmenes necesarios para permitir que intervengan nuevos pescadores, sean artesanales o industriales. La dependencia y vulnerabilidad de los pescadores respecto de las actividades de los demás pescadores actuales es inevitable. Con mayor razón si entran nuevos.
Lo prudente sería evaluar la magnitud de las biomasas explotables y valorizarlas, deducir el costo de extracción y conocer la renta neta a que pueden aspirar los que pretenden emprender la aventura de pescar. De este análisis resultará una primera información útil que les permita evaluar si salir a pescar es negocio o si ya dejó de serlo hace mucho tiempo debido a que los recursos pesqueros van disminuyendo en la medida que el esfuerzo pesquero se va incrementando.
Los pescadores artesanales y los pescadores industriales están compitiendo, por obtener el derecho a la pesca a través del uso de mayor tecnología, rapidez y posible conocimiento del mar y de sus peces. En una competencia, donde todos los pescadores entran a pescar libremente, los más perjudicados serían los actuales pescadores, tanto artesanales como industriales porque cada vez tendrían menos recursos para extraer y menos días de pesca.
Por tanto, la pesca no puede ser de libre acceso. Para evitarlo es necesario establecer cuotas anuales y cuotas individuales, así como el pago de derechos de pesca según el tipo de embarcación que posea el pescador, la capacidad de pesca del mismo y la especie a pescar.

Las especies en mayor peligro, como la anchoveta y la merluza, serán un poco más costosas.
Una embarcación de alta tecnología, que posea un gran volumen de pesca, debe pagar un precio mayor a la que pagaría un pescador artesanal, con un volumen menor de pesca.
La idea es que los pescadores artesanales, paguen un valor, aunque sea simbólico, mientras los demás pesqueros paguen un valor significativo. Tampoco se quiere encarecer el producto en el mercado, sólo controlar el acceso a la pesca y a ciertas especies, mientras se trata de normalizar la población de cada una de ellas.
Es necesario reforzar la labor la Dirección de Capitanías y Guardacostas en sus tareas de control marítimo y de la autoridad de pesquería que debe controlar que cada pescador cumpla con la cuota asignada. En caso de que un pescador, llegará a capturar más de lo debido o pescara algún recurso que no haya sido asignado, se le sancionará fuertemente. Además, la Dirección de Capitanías y Guardacostas debe detectar cualquier embarcación extranjera o local, que no posea los papeles o el permiso necesario para la pesca.

Los pescadores artesanales realizan capturas sin pagar ningún derecho de pesca, y los industriales pagan muy poco, lo que afecta considerablemente el manejo y la administración de los recursos pesqueros.


UNA PESQUERIA SUSTENTABLE

Las poblaciones de peces son un recurso común, que forma parte de un patrimonio común que debe gestionarse colectivamente. Para garantizar una pesquería sustentable, cuidadosa del medio ambiente y responsable con el ecosistema, hay que tener en cuenta no sólo el volumen de extracción, sino también las tallas, el tipo de especie, las técnicas de captura utilizadas y las zonas de extracción.
La abundancia de las poblaciones de peces varía en función de factores que aún no se conocen suficientemente. Por tanto, es válido aplicar un enfoque precautorio a la hora de determinar cuotas de pesca y asignar permisos de pesca.
La pesca tiene repercusiones medioambientales inmediatas en las poblaciones comerciales de peces, crustáceos y moluscos capturadas, pero los artes de pesca afectan también a aves, mamíferos marinos, reptiles (tortugas) y organismos que viven en el mar.
Las medidas que inciden en la abundancia de las poblaciones de peces no sólo repercuten en las especies que se pescan sino también en sus depredadores (los peces que se alimentan de ellas), en las especies que compiten con ellas y en sus presas.
Estos cambios pueden influir a su vez en la reproducción de las aves y de los mamíferos marinos si el alimento de que disponen sufre una reducción demasiado drástica. La única garantía de una pesquería sustentable es:
Aplicar un enfoque precautorio en la asignación de cuotas anuales de captura, profundizar la investigación para que las propuestas técnicas de volumen de la cuota sea lo más acertada posible y cerrar totalmente el acceso a las pesquerías impidiendo el ingreso de nuevos pescadores.
Aplicar al entorno marino un "enfoque de ecosistema" basado en:
· la necesidad de tener en cuenta la interacción entre las cadenas alimentarias;
· la protección del entorno químico, físico y biológico necesario para la buena salud de los ecosistemas.

LA CALIDAD DEL PRODUCTO HIDROBIOLOGICO

La autoridad debe establecer normas de salud y protección de los consumidores con respecto a los productos de la pesca.
El sector pesquero necesita instalaciones adecuadas para los desembarques y el mantenimiento de las embarcaciones, desembarcaderos pesqueros y tratamiento de pescado que deben estar sujetas a estrictas condiciones de higiene. El sector extractivo no puede sobrevivir sin inversiones en estas áreas del negocio.
La modernización de la flota es necesaria para aumentar la seguridad, mejorar las condiciones de higiene a bordo de las embarcaciones pesqueras y facilitar la adopción de métodos de pesca selectivos.
Independientemente de que procedan de las capturas en el mar o de la acuicultura, el pescado y el marisco tienen que ser manipulados, preparados y transformados para su comercialización. La transformación incluye operaciones tan diversas como la congelación, el fileteado, el salado, el secado, el ahumado, o el enlatado.
La comercialización del pescado requiere unas estructuras especiales, entre las que se cuentan los desembarcaderos, los almacenes frigoríficos, los mercados al por mayor y los puntos de Vesta minorista.
Los desembarcaderos pesqueros tienen que reformarse con objeto de que las operaciones de desembarque, manipulación y comercialización del pescado se efectúen en las mejores condiciones posibles, especialmente sanitarias. Además, las embarcaciones precisan una gama de servicios cada vez mayor en los puertos. Para hacer frente a estas necesidades, se requiere un importante volumen de inversiones.
La política pesquera debe orientar actividades de promoción con objeto de estimular el consumo de pescados y mariscos que no están sobreexplotados o que el público no conoce bien. Se han emprendido campañas para exponer los beneficios que puede aportar la introducción del pescado. Pero falta articular debidamente las acciones para crear una oferta de pescado sostenida que permita la creación de microempresas comercializadoras a todo lo largo del país. Puede implementarse asistencia financiera para la implementación de micro empresas, participación en ferias y exhibiciones comerciales, en programas de certificación de la calidad y en estudios de mercado.
De igual forma, pueden concederse ayudas para las medidas que emprendan las organizaciones de pescadores con objeto de promover la calidad de los productos pesqueros o de mejorar la gestión.

EL PLAN DE ACCION DE BALI

El Perú, como economía miembro del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), ha sumido y asume compromisos internacionales derivados de las diferentes reuniones APEC y de las diversas agendas existentes
En 2005 el Perú suscribió, en el marco de APEC, el Plan de acción de Bali (BPA). El BPA es el marco del APEC para asegurar el desarrollo sostenible del medio ambiente marino y de sus recursos, obteniendo al mismo tiempo beneficios económicos sostenidos provenientes de los océanos.
Debe considerarse como prioritario que el Estado le de continuidad a los puntos de agenda de las reuniones APEC, en especial al Plan de Acción de Bali. Esta continuidad es fundamental desde el momento en que el Perú asume compromisos internacionales que deben ser ejecutados y cumplidos en el tiempo, así como explotar al máximo las posibilidades que ofrece APEC en todo nivel.
Los puntos centrales de este compromiso internacional, y que el Perú debe cumplir en forma orgánica son:
I. asegurar el manejo sustentable del ambiente marino y sus recursos;
II. generar beneficios económicos sostenibles de los océanos; y,
III. permitir el desarrollo sustentable de las comunidades costeras.

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